5 años sin el Joe

Tota

Si nos ponemos a pensar en las fiestas de cumpleaños, navidad o diferentes ocasiones en las cuales tenemos que celebrar, nos llega a la memoria algunas de las canciones del gran Álvaro José Arroyo.

Más conocido como Joe Arroyo, se convirtió en uno de los símbolos musicales en toda la historia de nuestro país.

Su canción “Rebelión” alcanzó su mayor éxito y con la cual narraba algunos episodios de la historia de Colombia.

El Joe nació el 1 de noviembre de 1955 en la ciudad de Cartagena. Él contaba que cuando tan solo tenía 6 años el señor de la tienda le ponía un tarro en la cabeza y que sin intención eso le fue afinando la voz por el eco que se generaba.

El Joe tuvo la oportunidad de cantar en diferentes orquestar muy representativas, pues en algún momento hizo coros en el ‘Binomio de Oro’, pero sin duda la que lo lanzó al estrellato fue con “Fruko y sus tesos” donde interpretó varias de los éxitos como “Manyoma”.

En el 71 se unió al famoso Fruko y en su agrupación duro 10 años de su carrera. En el 81 decidió separarse y formar su propia orquesta con el nombre ‘La verdad’. Este nombre fue el resultado del apodo la mentira que se había ganado años atrás porque el rumor de que se iba a separar se iba regando.

Álvaro Arroyo tuvo en su carrera muchos quebrantamientos de salud y rumores sobre su muerte. El primer caso fue en 1083 en Cartagena, presuntamente enfermedad de tiroides y algunos problemas con las drogas, donde algunos medios alcanzaron a anunciar su muerte.
En el 2000 estando en Barcelona por exceso de trabajo y diabetes casi lo llevan al borde de la muerte, en aquel episodio se alcanzó a despedir de sus amigos y compañeros de trabajo.

El 2002 no fue un buen año para el artista, ya que en ese mismo murió su hija Tania, la misma a quien le compuso su famosa canción, además su madre también dejó este mundo y para sumarle a su tragedia, se separó de su esposa querida, a quien también le compuso una canción, Mary.

El Joe murió en la mañana del 26 de julio en la ciudad que lo acogió como hijo y donde siempre confesó que era su verdadero hogar, Barranquilla.