Pepe Aguilar reclama a Tito Rojas el éxito ´Por mujeres como tú´

Tota

EL cantautor mexicano Pepe Aguilar no está pegado en Puerto Rico, lo que reconoce. Sin embargo, muchos han sido los boricuas que han cantando a pulmón el tema «Por mujeres como tú», popularizado en la voz del salsero Tito Rojas sin saber que él lo hizo primero.

Pepe Aguilar, de 34 años de edad, y quien es hijo de dos legendarias figuras de México: Antonio Aguilar y Flor Silvestre, desea conquistar con su música el exigente gusto del público boricua.

Para 1996 el vocalista grabó la letra de «Por mujeres como tú», de su amigo compositor Fato, vendiendo dos millones de copias del disco que lleva por título ese nombre.

Luego «El Gallo Salsero», como se le conoce también a Tito Rojas, incluyó la letra en su discompacto «Alegrías y penas», convirtiéndola en un éxito en Puerto Rico y Latinoamérica.

Pero, el solista mexicano, que promociona en la Isla el corte «Miedo», de su álbum «No soy de nadie», reciente que el vocalista boricua no le diera crédito y «se copió mi tema y hasta se vestía de charro al interpretarlo».

Esta composición nació, según cuenta Pepe Aguilar a PRIMERA HORA, cuando su novia Aneliz Álvarez, quien hace ocho años se convirtió en su esposa, rompió con él.

En medio de su desespero y dolor, Pepe Aguilar se comunicó vía telefónica con su amigo Fato y al contarle todo su rollo, su «pana» le compuso «Por mujeres como tú», sin imaginar que se convertiría en un éxito.

De hecho, la noche en que desahogó sus penas con Fato cogió una borrachera que lo llevó a buscar a su amada, de quien no se ha separado desde entonces. Esa mujer es la madre de sus tres tres hijos: Aneliz, de seis años; Leonardo, de cinco, y Ángela, de uno. Emiliano, de 12, es fruto de un primer matrimonio.

El intérprete, quien hace una década no pisaba suelo boricua, presentó su disco «No soy de nadie» junto al trío Los Varones, capitaneado por Edwin «Pino» Rivera, en el restaurante Las Tablas de Santurce. Allí cantó junto al grupo «En mi viejo San Juan» y «Sombras».

El artista no se debe al público, sino a su trabajo

Con una estatura de 6´5″, Pepe Aguilar señala que es un error que muchos artistas expresen que se deben al público porque no cree eso sea cierto, ya que está por medio el trabajo.

Para el ganador de un «Grammy Latino», un artista «no se debe a su público, sino a su trabajo, porque el público no hace favores a nadie. El público que te quiere, te exige. Si hay algo malo no te compra el disco, por eso uno se debe a lo que hace. Yo estoy muy satisfecho en mi trabajo».

Respecto a si su estilo gusta o no a la gente, añade estar «despreocupado».

«El público es un cómplice del artista, que tiene que hacer un buen trabajo. No te lo digo irónicamente, ni soberbiamente, sino netamente. En realidad yo hago música para mí y si gusta, pues, qué bueno».

Pese a que se crió bajo el ala de la música ranchera, para él la misma existe sólo como folclor.

«La realidad es que el rancho cada vez es más diferente. Ya tienen otro tipo de perspectiva y la música tiene que evolucionar. Ahora existe una música mexicana con una nueva expresión, que no sólo lo estoy haciendo yo, sino otros artistas mexicanos», acota.

Radicado en el Distrito Federal de México, confiesa que su fórmula musical para el éxito que goza hoy día, con 14 discos grabados y más de ocho millones de copias vendidas, se debe a que «he hecho lo que mi corazón me ha dicho».

Rebote inmediato

Tito Rojas reconoce el talento de Pepe Aguilar por la acogida lograda con el tema «Por mujeres como tú», mas indica que la canción le fue propuesta por su sello discográfico Musical Productions. Asimismo, agradece al compositor Fato, quien escribió la letra, «porque el disco sonó».

«Que se sienta orgulloso (Pepe Aguilar) y contento, como yo me siento también, porque el tema pegó. Y lo sigo cantando con el respeto de él y todos», expresó el salsero a PRIMERA HORA tras enterarse de los señalamientos de Aguilar.

«(Su reacción) será que las regalías le llegan a Fato y no a él (como compositor), y eso es lo que está pasando», acotó.