Vallenatos y baladas suplen de letras al merengue

Tota

Adaptar una balada, bolero o vallenato a ritmo de merengue o bachata no es una práctica nueva. Desde la década de los 70 los merengueros fueron adquiriendo letras de Sur y Centroamérica que dieron a conocer en merengue y que inmediatamente se conviertieron en éxitos.

La historia registra a ‘‘Jardinera’’, en voz primero de Joseíto Mateo y luego de Fernando Villalona, como una de las primeras adaptaciones a merengue. Se extrajo de la samba. Ya en los años 70, los temas de baladas fueron esenciales para el merengue.

Expertos y conocedores del negocios aseguran que los fusilamientos, como peyorativamente se les llama, fue un factor importante para la internacionalización del merengue.

Hoy, a principio de un nuevo siglo las adaptaciones están a la orden día y han retomado las grabaciones de merengueros y bachateros. Incluso, el merengue retomó su lugar en la radio dominicana con temas adaptados. Uno de ellos, “Mi tierra” (éxito de Nino Bravo hace más de 30 años) colocó en la cima al controversial Jeffrey.

“El negocio de la música es vender, y si adaptar un vallenato o una balada da buenos resultados de seguro que otros también lo harán”, explicó el orquestador y arreglista Dioni Fernández.

Es precisamente lo que ha motivado a merengueros como Rubby Pérez, Los Potros, Toño Rosario, El Jeffrey, Pablo Martínez, Darlyn, Eddy Herrera, Julián de Oro Duro y otros tantos a lanzar nuevos temas de merengues que fueron conocidos en baladas y que hoy se escuchan en la radio como parte de una nueva oferta musical.

Indudablemente que la época de oro del merengue fue la década de los 80 y principio de los 90. Un auge de orquestas y de exponentes del ritmo dominicano se evidenció en el país con importante pegada en el ámbito internacional. Y parte de ese éxito se debió a los fusilamientos. “Las adaptaciones se hacían generalmente por sugerencia del disquero. Todas las orquestas, excepto Johnny Ventura, veían limitada su participación en la elección de los temas para grabar, y se hacía como parte del negocio”, contó Fernández.

Inconvenientes

Según el veterano músico, una canción inédita era muy raro que se convirtiera en éxito. A esto se le sumaba como un problema que los compositores dominicanos terminan enfrentados con los merengueros luego que el tema lograba pegarse. “Es cierto, los disqueros y merengueros se resisten a grabar canciones criollas para evitar problemas legales con los compositores dominicanos, aunque soy de los que cree que a los autores de letras dominicanas se les debe reconocer sus derechos como se debe”, expuso Dioni.

La adaptación o fusilamiento es un recurso que no sólo es usual en los artistas dominicanos, pues exponentes extranjeros incurren en la práctica. En la salsa, por ejemplo, se acostumbra a eso.

Para Dioni, uno de los resultados positivos de las adaptaciones es que le ha permitio al ritmo dominicano penetrar en plazas extranjeras y mantenerse. “En el caso del vallenato abrió las puertas en Colombia, una de las plazas más importantes para el merengue”.

Alex Bueno, Jerry Legrand, La Gran Manzana, Fernando Villalona, Los Hermanos Rosario, Dioni Fernández, Aníbal Bravo y otros grupos sucumbieron a grabar baladas.

Ritmo protagonista

Sin lugar a dudas, el vallenato es un protagonista lírico del merengue. Expertos aseguran que más del 50 por ciento de los merengues que han logrado una fuerte pegada en los últimos 40 años son letras grabadas y conocidas en Colombia. Compositores como Diómede Días, Keteh Morales, Omar Geles, José Alfaro e Iván Ovalle son responsables de una cantidad de vallenatos que se convirtieron en éxitos merengueros.

Un ejemplo de la década de los 80 fueron los temas “Cal y arena” y “La gota fría”, dos conocidos vallenatos llevados a merengue por Dioni Fernández que le valieron parte de su pegada e internacionalización.

“El vallenato tiene mucha similitud con el merengue. Son letras de gente de pueblo y con mucho sentimiento, pero sobre todo su ritmo hace que sea de gran facilidad su adaptación e incluso hay una modalidad del vallenato que se llama vallenato-merengue”, sostuvo Dioni.

Hoy día agrupaciones como Los Toros Band, Rubby Pérez, Los Hermanos Rosario, Eddy Herrera, Rikarena, Kinito Méndez, Coco Band y otras tienen una plaza segura en Colombia gracias al merengue que bebió en la fuente del vallenato.

A Héctor Acosta le ha ido tan bien con las adaptaciones, y especialmente con el vallenato, que este año lanzará un CD de éxitos del ritmo colombiano llevados a la bachata.

Sobre el tema Acosta dijo que “lo de adaptar balada o vallenato a merengue es algo que se ha hecho siempre, desde “Tabaco y ron”, que popularizó Fernando Villalona, hasta una gran cantidad de temas míos que también son vallenatos”.

“No puede quitar las espinas”, “Como te olvido”, “Llegó tu marido”, “Si tú estuvieras” son varios de sus éxitos de Los Toros Band extraídos del ritmo colombiano.

En la bachata

El vallenato se ha convertido en parte esencial de la música dominicana y la bachata no ha escapado al embrujo del sentimiento y las hermosas letras que caracterizan al ritmo colombiano. Tanto así que disqueras como J&N Records han contratado los servicios de compositores colombianos como Wilfran Castillo, Alberto Mercado y Omar Geles para que escriban especialmente a bachateros.

Según Porfirio Rodríguez (“Sexce”), manager del bachatero Elvis Martínez, el 80 por ciento de los éxitos en bachata ha sido extraído del vallenato. “Y los ejemplos sobran”, aseguró. ¿Quién diría que “El cartero” (conocida también como “Loco de amor”), que hizo famoso a Luis Vargas, se sacó de un vallenato? O que éxitos como “Hojas en blanco” y “Qué locos”, popularizado por Monchy & Alexandra, también son adaptaciones del contagioso ritmo colombiano.

Otros títulos: “Cañahuate”, conocido en el país como “¡Ay ombe!”, en voz de Raulín Rodríguez; “Carta de verano”, con Joe Veras; y “Que vuelvas”, interpretada por Alex Bueno.

El vallenato ha tenido tanto éxito en la bachata que la próxima producción de Raulín Rodríguez de 10 temas incluidos, ocho son vallenatos.

“Raulín ha compuesto la mayoría de sus temas, pero buscando nuevos colores y viendo el resultado que tuvo “Cañahuate” hemos querido hacer este disco de adaptaciones”, confesó su manager Rafael García.