La historia de Miqueas Lionel, un niño de dos años argentino, ha generado emoción y admiración en el mundo.
El pequeño que vivía con sus papás y hermana mayor en Tierra del fuego se tuvo que trasladar a Buenos Aires para recibir un tratamiento, luego de que lo diagnosticaran con Leucemia Mieloide Aguda.
“En un control pediátrico, nos dijeron que Miqueas presentaba tres valores en sangre que no eran normales. A los días, le diagnosticaron leucemia mieloide aguda. Tuvimos que hacer vida nueva acá”, contó Brian Alvarengo, el padre del menor en una entrevista para Con Bienestar.
Después de esto iniciaron el proceso de quimioterapia, pero cuando los familiares creyeron que todo había mejorado, los médicos le aseguraron que la única salida para el pequeño era hacerle un trasplante de médula.
“Con las punciones, la médula siempre salía limpia. Todo iba bien y creímos que estábamos listos para irnos a casa… Nos informaron que la enfermedad había tomado la médula en un 33 por ciento”, indicó.
Al saber esta noticia, los padres del menor se hicieron estudios para comprobar si eran compatibles para donarle le médula al niño. Sin embargo, estos salieron negativos, así que iniciaron la búsqueda para encontrar un donante.
“Hubo períodos en que levantó más de 39 grados de fiebre. Otros en los que ingresaron hongos en su sangre por las bajas defensas. La pasamos muy mal”, añadió.
Cuando en algún momento llegaron a contemplar la posibilidad que Brian fuera el donante, pues su compatibilidad era del 70%, se enteraron de un donante proveniente de Alemania.
Aunque la cirugía fue muy delicada, todo salió como esperaban. Sin embargo, en el tiempo de la recuperación le diagnosticaron coronavirus. Para su suerte resultó ser un paciente asintomático.
Al final, el padre de Miqueas aseguró que nunca perdió la fe y agradece por la salud de su pequeño.
“Nunca perdimos las esperanzas, confiamos en los profesionales y en Dios. Espero que otras familias también puedan superar la adversidad que se les presente”, concluyó.
