Marc Anthony Bohemio empedernido

Tota
Desde el Harlem hispano a París, Marc Anthony se ha convertido en una de los más populares rostros de la música popular.

La solitaria imagen de bohemio empedernido y una voz única, con registros capaces de profundizar una arrasadora balada o elevar una salsa a las alturas de un himno, le han abierto los principales escenarios del mundo, a sala llena.

Sus conciertos de principios de año en el Madison Square Garden, de Nueva York, hicieron historia no sólo por las ventas de taquilla sino también por la incendiaria energía de una audiencia incansable que coreaba sus canciones una a una y se desbordaba a bailar en los pasillos.

Fue la apoteosis de un niño que cantaba serenatas tristes a sus novias en un barrio de tipos duros y peligrosos.

Hoy, su avasallante éxito I need to know es el sello de una nueva sensibilidad musical dentro y fuera de Estados Unidos y, sobre todo, la prueba definitiva de que el auténtivo sabor latino no está reñido con una impecable calidad musical. Seguidor del panameño Rubén Blades, a quien ha llamado modestamente su «maestro’, su repertorio se distingue por una rigurosa elección de temas que combinan letras memorables e inteligentes con ritmos capaces de zafarle la cintura a los más tímidos.

Recientemente casado con Dayanara Torres, una Miss Universo elegante, dulce y culta, este cantautor de 32 años se haya en la cumbre de una carrera tan precoz como promisoria.

Por su modestia, su afán de perfección, su versatilidad, su carisma y su encantadora sonrisa, Marc Anthony está en algo.