El espectáculo tuvo lugar en el Centro de Bellas Artes de Guaynabo,luego de pedir excusas por la ausencia de Nelson González quien se encuentra grave de salud.
En su lugar estuvo presente el conguero Richie Flores, además del timbalero Orestes Vilató y el pianista Alfredo Valdés Jr., previamente anunciados.
El éxito Descarga Cachao fue el encargado de abrir la noche para poner a todos los presentes a gozar de buena música, arrancando aplausos luego de un solo de bajo.
“Buenas noches Puerto Rico”.
Para todos nosotros es un verdadero placer estar compartiendo con ustedes un poco de música del maestro Israel López “Cachao”.
“Fuerte el aplauso”, expresó Anthony Columpié, uno de los cantantes de la orquesta, en la primera intervención de la velada.
El espectáculo de la noche continuó con las excelentes piezas musicales Goza mi mambo cubano y Redención, intervenidas por solos de timbal con Orestes Vilató y de piano con Alfredo Valdés Jr. respectivamente.
“No habrá palabras para este público al cual le estoy agradecido porque por muchos años he venido aquí y siempre he sido bien recibido.
Porque este público sí sabe lo que es buena música”, comentó el maestro Cachao en sus primeras palabras al público tras dos años de ausencia en los escenarios de Puerto Rico.
Yambú, con un solo de conga por Richie Flores, Isora Club y Mambo prosiguieron la descarga musical.
En esta última salió al escenario la pareja de bailarines puertorriqueños Daisy y Luis López para demostrar con sus movimientos el sabor de la música jazz.
La primera mitad del espectáculo Tributo al Rey culminó con la pieza A gozar con mi mambo.
“Es una presentación especial. Yo estoy muy orgulloso de hacerlo porque cada vez que vengo a Puerto Rico me siento como en mi casa”, expresó, en una breve entrevista para El Nuevo Día, Israel López Cachao quien desde el año 1964 está frecuentando la isla.
Luego de 15 minutos de receso y antes de continuar con el concierto hubo un minuto de silencio por la salud de Nelson González quien se encuentra hospitalizado y en estado de gravedad.
Pampanana, distinguiendo la presencia del timbalero Orestes Vilató, y el gran danzón Marianao Social, en la que el violinista Federico Vitos hizo alardes de sus dotes al mando del instrumento, sirvieron para comenzar con la segunda parte del derroche musical.
En la interpretación de Cunde los músicos solicitaron la cooperación de los presentes para hacer coro quienes no se negaron.
El ritmo y sabor de la música era propicio para levantar de la silla al más tímido y aunque algunos no se atrevían, otros sí y hasta buscaron su pareja para bailar.
Durante la canción Romántica mujer el cantante Daniel Palacio, con nuestra bandera en mano, expresó: “gracias Puerto Rico, los queremos como ustedes nos quieren a nosotros”.
La siguiente intervención musical de la noche fue un sencillo homenaje al “Rey del Timbal”, Tito Puente, por los triunfos alcanzados mundialmente durante tantos años de músico.
En este sencillo pero honesto tributo, como ellos lo identificaron, Orestes Vilató tuvo la mayor participación interpretando excelentemente el éxito Oye como va.
“Tito Puente, donde quiera que estés, que Dios te tenga en su verdadera gloria”, comentó el cantante Anthony Columpié.
Presentados por el locutor Wito Morales, Mr. Jazz, el uruguayo Federico Vitos en el violín, Enrique Fernández en el saxofón y la flauta, Feliciano Gómez en la trompeta, Ramón Hernández en el trombón, el destacado Alfredo Valdés Jr. en el piano, Oscar Ríos en el cuatro, Richie Flores en la conga, Orestes Vilató en el timbal, los cantantes Anthony Columpié y Daniel Palacios complementaron al bajista Israel López Cachao.
Con La Chambelona se despidieron del público que les regaló un intenso aplauso de pie.
Pero ante el pedido de una última interpretación permanecieron en el escenario.
La instrumentación de La cucaracha, una interacción entre el bajo al mando de Cachao y las congas con Richie Flores y la bomba puertorriqueña Elena, sorprendieron a los cientos de fanáticos de todas las edades que casi llenan a capacidad el teatro y entre los que encontraban el timbalero Hendel y el trompetista Tommy Olivencia.
Finalmente Juana la coja culminó con la presentación del cubano Cachao, poniendo a bailar a todos.
“Que viva Puerto Rico”.
Muchas gracias.
Que Dios los bendiga y pa´ fuera la Marina”, fueron las últimas palabras de Anthony Columpié para despedirse oficialmente del público que se desbordó en fuertes aplausos.
De esta manera quedó demostrado el lugar que ocupa la música jazz y latina en el espíritu de los puertorriqueños quienes quedaron más que satisfechos con la excelencia musical presentada por el maestro Cachao.