Vives repetirá el miércoles en Madrid el espectáculo de 110,000 watios de luz y 35,000 de sonido que inició el 20 de agosto en Castro Urdiales (norte) y que con el concierto de Barcelona, el 8 de septiembre, cerrará una gira que le ha llevado por 13 ciudades de España, el único país europeo que ha visitado hasta ahora.
Además de los temas de “El amor de mi tierra”, Carlos Vives recordará los mayores éxitos de su carrera, que comenzó recordando los temas clásicos de los viejos compositores colombianos que habían quedado en el olvido.
Después, esta antigua estrella de la telenovela, se lanzó a crear su propia música, en la que ahonda en el carácter afro-antillano de su cultura, recupera el vallenato y la cumbia de su Colombia natal.
El cantante indicó que su último álbum es el resultado de “esa tierra del olvido”, de ese trabajo interior que a menudo pasa desapercibido.
Con seis candidaturas a los Premios Grammy Latinos, el artista con más opciones a estos galardones que se fallarán en Los Angeles la semana próxima, está convencido de que los premios no le van a cambiar y no se siente abrumado por las “presiones” que puedan acarrear porque, si las hubiera, “me voy a trabajar a la óptica de mi papá”, señaló.
En referencia a la situación colombiana, el músico afirmó no haber huido de la violencia de su país, “es sólo el trabajo lo que me mantiene fuera durante largo tiempo”, pero sigue atado a Colombia “al cien por cien”.
Vives aseguró que el dinero que gana fuera lo invierte en su tierra, por lo que está “medio quebrado”, ya que “mantener una empresa en Colombia es muy difícil”.