Con una oreja prácticamente reconstruida, fracturas en el hombro izquierdo, un brazo dislocado y dieciocho puntos en la rodilla derecha, la condición del salsero Ismael Miranda es de extremo cuidado, tras ser arrollado el viernes a su salida de un restaurante en Caracas.
“Me estaba preparando para la promoción. Vine a trabajar acá y a reunirme con la gente de Universal para iniciar la promoción del disco aquí. Mi compadre tiene un grupo de gaitas y el viernes iba a debutar en un restaurante que se llama Calientísimo, como el que yo tenía en Puerto Rico. Estaba lloviendo y cuando cruzamos un carro nos impactó a los dos”, recordó ayer Miranda en conversación telefónica con El Nuevo Día.Ismael, quien esta noche iba a presentar ante los medios su nuevo CD Vengo con todo, ha pospuesto sus compromisos artísticos, incluso el concierto anunciado para el 27 de octubre en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré.”Tengo que posponer todo.
El ´listening party´, los ´in stores´ y lo de Bellas Artes. Será imposible porque la fractura que tengo en el brazo no me permitirá moverlo en cinco semanas”.Ismael permanecerá en Caracas hasta mañana, asistido en la Policlínica Santiago de León por los galenos Luis Alberto Vivas Freytes y Rafael Tirado.”Tengo que estar varios días para que el cirujano me corte los puntos”.Meses atrás, durante la promoción del disco Live at San Juan, Puerto Rico, Ismael tuvo un accidente automovilístico en Caguas del que salió ileso.”Tengo que estar en oración 24 horas al día y ver qué hago con mi vida. Me han tratado muy bien. Venezuela es mi segunda casa. Quiero dar las gracias al pueblo por las oraciones. En estos momentos es que uno sabe quién lo quiere”.
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