
“Hemos radicado un interdicto de cese y desista y una demanda por daños ascendente a $300 mil que se verá más adelante. Pero lo que se busca es llegar a un acuerdo para que no usen el nombre”, dijo Carmona, quien representa en el pleito a Quique y Papo Lucca, directores de la Sonora Ponceña.
En la década del 70, Luigi y Yolanda fueron cantantes de la Sonora. En los pasados años se han ganado la vida interpretando en sus presentaciones como solistas éxitos como Changuirí, Acere ko, Fuego en el 23, La pobreza y yo, Borinquen, Hasta que se rompa el cuero y otros.
Recientemente, viajaron a Nueva Jersey para presentarse en el club Honka Monka de Union City, contratados, según aseguraron, por el empresario Tati San Clemente.
“Cuando llegamos nos encontramos con el anuncio “Salsa pal bailador: orquesta invitada Sonora Ponceña del ayer”. Le aclaramos que anunciarnos con ese nombre le podía traer problemas”, señaló Yolanda Rivera.
El licenciado Carmona informó, además, de que el productor San Clemente y el cantante juanadino Tito Gómez, liberado el martes en Nueva York tras tres ser encarcelado por posesión de dinero falsificado, también serán emplazados.
“El emplazamiento a San Clemente lo haremos a través de un edicto. Y a Tito no lo hemos podido conseguir”, indicó Carmona.
El incidente ha deteriorado la relación entre los cantantes y los directores de La Ponceña.
“Papo y Quique ya no nos quieren acompañar. Y nosotros no nos podemos morir de hambre. Tenemos las plazas de Venezuela, Panamá, Colombia, Nueva York y vamos a trabajar allá porque, cuando salimos de la Sonora, don Quique nos regaló los arreglos para defendernos”.
Papo Lucca, por su parte, reiteró que Luigi y Yolanda tienen derecho a trabajar sin usar el nombre de la Sonora Ponceña. “Pueden hacerlo usando sus nombres solamente. Ellos ya no son parte de la Sonora”.