
El boricua, que en 1998 también cerró el espectáculo, se apoderó de la atención de la multitud apenas apareció en escena precedido de percusiones de tambores y envuelto en la penumbra.
Marc llegó como dueño del escenario, con movimientos enérgicos de sus brazos abiertos, mientras caminaba directo hacia el público, que le aclamaba.
Al artista puertorriqueño se le vio llorar y secar sus lágrimas con una bandera dominicana, que le lanzó alguien del público.
“Los amo, los amo mucho”, dijo Marc Anthony a la multitud que le siguió a coro en el local, construido en 1974 para la celebración de los XII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, y que aún es el mayor escenario de su tipo en la República Dominicana.
Los Hermanos Rosario iniciaron su actuación al ritmo de El swing, seguido de Bonifacio, Ya me liberé y Que lo cante Luis, entre otros merengues, mientras se hacían acompañar de un grupo de bailarinas vestidas de ropas de dimensiones diminutas.
Por su parte, Eddy Herrera, puso a vibrar a los asistentes, también a ritmo de merengue con Demasiado niña, La bailadora, Ajena y Pena de tu vicio.
La última jornada de festival comenzó a las 6:00 p.m. del domingo y finalizó a las 12:00 a.m.