
El Caballero de la Salsa asistió junto a su orquesta, dirigida por José Lugo, para deleitar a la población penal con un espectáculo de una hora de duración, en el que interpretó sus grandes éxitos y una muestra de su reciente CD Intenso.
Minutos antes de su presentación, Santa Rosa dijo a El Nuevo Día que se identifica con la causa de las confinadas, muchas de ellas madres, esposas e hijas, privadas del calor de sus seres queridos por cumplir su deuda con la sociedad.
“Ya lo hicimos en Panamá. Creo que esto es parte de lo que hace que un artista sirva para algo más que divertir y eso estoy haciendo. Siento compromiso, responsabilidad y que estamos haciendo algo útil”, expresó el artista, cuyo próximo paso a nivel discográfico podría ser un disco de boleros.
No es la primera vez que la salsa llega a un penal. Como se recordará, en la década del 70 las orquestas de Bobby Valentín y Eddie Palmieri entretuvieron a las poblaciones penales del Oso Blanco y Sing Sing con unos conciertos editados en discos. Aunque se grabó para uso exclusivo de la Administración de Corrección, ayer Gilbertito salió al encuentro de las confinadas cantando con la excelencia y la intensidad que le caracterizan, como si se tratase de una cita en Bellas Artes.
Sorprendió a Chinesca con la interpretación del Cumpleaños feliz. Bailó con Janette e invitó a Sandy y a Brenda a que tocaran las congas y el cencerro con su orquesta.
Al final les confesó que este año celebra su vigesimoquinto aniversario como cantante y cerró con broche de oro con la irresistible interpretación del medley de No quiero na regalao, Que se lo lleve el río, Conciencia, Perdóname y Amor mío no te vayas, entre otras.
La presentación de Gilbertito Santa Rosa en la Cárcel de Mujeres de Vega Alta fue posible gracias a la iniciativa del licenciado Víctor Rivera González, secretario de la Administración de Corrección. En unas recientes pruebas de dopaje, menos del 1% de la población dio positivo y Rivera González consideró oportuno gratificarlas con la música de un cantante de renombre.
“Pensamos en Gilbertito porque supimos que hizo algo similar en Panamá. Estábamos dispuestos a compensarlo, pero de manera gratuita y filantrópica accedió a ofrecer el concierto”.