
La orden firmada por el presidente Fidel Castro fue entregada anoche a los artistas a propósito de un concierto del Buena Vista Social Club en el teatro habanero Amadeo Roldán.
Para su entrega fueron considerados sus “aportes realizados en el campo de la música, sus largas y destacadas trayectorias artísticas” así como “sus abnegados desempeños y referentes para los futuros profesionales de la música y su constante lucha por la defensa de los valores culturales más genuinos de nuestra nación”.
Omara Portuondo (La Habana, 1930), debutó en la década del 40 en el grupo Loquibambia, luego se incorporó al espectáculo del cabaret Tropicana, al cuarteto de Orlando de la Rosa, a la orquesta femenina Anacaona y, antes de decidirse a ser solista, integró el cuarteto las D´Aida.
Ibrahim Ferrer, nacido en 1930 en la ciudad oriental de Santiago de Cuba, formó parte de las orquestas de Chepín-Chovén y de Pacho Alonso y, tras varios años de retiro, se reincorporó a la vida artística junto a un grupo de antiguos músicos en el proyecto Buena Vista Social Club.
Rubén González, a sus 82 años, es otra de las leyendas vivas de la música popular cubana, quien fue una de las figuras estelares de las orquestas de Enrique Jorrín y las Estrellas de Areíto, vio resurgir su carrera en los últimos años con gran éxito en escenarios internacionales.