
Vargas, en particular, abogó por la creación del Instituto Nacional del Merengue, para que se encargue de proteger y regular la calidad de lo que se exponga en la escena del ritmo.
Sergio aboga por un instituto del merengue
El cantante Sergio Vargas abogó por la creación del Instituto Nacional del Merengue, organismo que se encargue de proteger y regular la calidad de lo que se exponga en la escena del ritmo dominicano.
Dijo haberse sorprendido cuando se enteró que en Cuba un músico que no esté autorizado por la academia debe abstenerse de exponer sus creaciones. “De ahí es que el movimiento musical de ese país es el más respetado en el mundo entero; sino se exige aquí que los niveles de calidad sean aumentados entonces estaremos hablando de más”.
Refirió que intérpretes como Tulile, Mala Fe o Nelson de la Olla, a quienes calificó de “cómicos”, sólo han usado el camino fácil con su oferta, que no le han dado el mejor servicio a la música y que si han logrado popularidad es porque el merengue siempre ha tenido “un loco” de moda. “son sólo productos desechables, de la fiebre del momento”, aseguró.
Pregunta
“¿Quién ha logrado más éxitos en la exposición? ¿Juan Luis Guerra o Toño? ¿Juan Luis Guerra o Tulile? , la respuesta es fácil y la historia musical se ha encargado de contestar a eso”, opinó.
Aclaró que no persigue realizar una cruzada que bloquee el llamado “merengue de calle”, sino que desea que valore de igual manera la oferta pura del ritmo. Recordó que la Secretaría de Estado de Turismo hizo un festival de merengues inéditos y lamentó que eso no se ha vuelto a producir.
“A nadie le importa la suerte que corra el ritmo porque de repente sale un individuo sin criterio y graba un adefesio que resulta ser una comedia, pero lo más triste de todo es que comienzan a colocarlo entre los grandes exponentes. Lo primero que debemos recuperar los dominicanos es el respeto hacia nuestra identidad musical que es el merengue”, expuso. Expresó que esta situación debe preocuparle a los dominicanos como le importa la solución del problema enérgico, la salud o educación. No obstante, dijo que el merengue se mantiene ahí, como una cenicienta.
De la fusión
Indicó que el camino de la “fusión” para preservar el ritmo es sólo un detalle, que siempre ha funcionado cuando se hace con criterio, como ha acontecido, incluso, con expresiones colombianas como el vallenato al que el propio Carlos Vives le introdujo elementos tecnológicos de otros orígenes.
“No hay un promotor tan excelente, de Colombia, como Carlos Vives y Juanes, entonces…¿por qué nuestro país no hace lo mismo? ¿por qué no incluir el instituto del merengue en el presupuesto nacional? partiendo de la importancia que tiene para nosotros nuestro ritmo y su calidad”, aseveró.
Al artista le preocupa el hecho de que cada vez que un colega suyo graba un adefesio y lo cantan en cualquier parte del mundo, lo está haciendo a nombre de toda la comunidad merenguera dominicana. “En algunos países creen que esta es una isla de gente loca”, agregó.
Respecto al planteamiento que hiciera ayer su homólogo Toño Rosario, que clamaba porque sus compañeros dignificaran el merengue, sentenció: “no tengo que pelear con él pero yo difiero de todo aquel que cuando hace un análisis se queda en la rama; hay que darle en el tronco al problema”.
Crisis en los exponentes
Vargas señaló que es estéril y sin sentido la afirmación de algunos de que el merengue está en decadencia y recordó que quienes están en crisis son sus exponentes, que a su juicio se han dedicado a “empobrecer” la oferta con adefesios musicales y que por respeto así mismo nunca se atreverían a interpretar.
“La fuente nunca entra en crisis sino quienes las representan; entiendo además que mientras no haya equilibrio entre los merengueros que hacen temas insulsos para resolver sus problemas y los que interpretan el ritmo con elegancia esta situación va a seguir existiendo”, comentó el artista a LISTÍN DIARIO.
Subrayó que al producirse el retiro momentáneo de Juan Luis Guerra de la escena artística se perdió a un líder del movimiento del llamado merengue con poesía, bien arreglado.
“Ningún movimiento sin líder avanza ni siquiera un metro, entonces para la exigencia del público internacional necesitamos lo que ha hecho Puerto Rico con Olga Tañón, quien ha recibido un respaldo nacional”, proclamó.
Dijo que en algunos países se discute si el merengue es puertorriqueño o dominicano, aparte de que a su entender, esa es una ofensa para la soberanía nacional de Quisqueya. “Debemos reconocer que nuestro ritmo es una especie de producto parecido al que se va todos los días en una yola hacia Puerto Rico o en un avión con destino a Europa detrás del paraíso soñado”.
Subrayó que entre los músicos que como él cohabitan en el merengue, hay escasez de los favores que le hacen las academias a los exponentes y se pueden contar, de acuerdo a sus palabras, los que son producto de esos centro de educación musical.
“La gran mayoría somos artistas empíricos, a otros les gusta mucho la música y se han metido a pianistas, trompetistas y güireros; realmente no hay un criterio hacia la parte intelectual y que se diga qué buenos músicos tenemos”, enfatizó.
Kinito se queja de que emisora del Estado no apoya el ritmo
Kinito Méndez se quejó de que en las emisoras del Estado, específicamente la que pertenece al circuito de Radio Televisión Dominicana, le estén dando la espalda al merengue orquestado que como él y otros colegas suyos han logrado pegar en el gusto de la gente. El líder de orquesta calificó esta acción como una falta de respeto el que allí, según él, no se suene la música que han dado a conocer internacionalmente y vio como injusto de que solo haya espacio para el merengue típico y la bachata.
“El gobierno tiene esa estación para ayudar al artista dominicano y debe estar promoviendo lo que hacemos Eddy Herrera, Los Rosario, Villalona, Los Toros Band y yo, para citar algunos casos”, dijo a LISTIN DIARIO.
De acuerdo. Se manifestó de acuerdo en que las composiciones insulsas no encuentren difusión en la radio pero que los merengues refraneros, de amor o desamor que no ofenden a nadie sí merecen espacio.
Méndez corrobora con Sergio Vargas y otros entendidos en la materia cuando se expresan en el sentido de que no hay crisis en el merengue aunque señaló que a nivel internacional la radio ha bajado los niveles de difusión del ritmo dominicano.
“Estuve de gira por Centro y Suramérica y me decían que tenían alrededor de tres años que el merengue no estaba por allá sonando fuerte”, comentó con preocupación.
Opinion
HÉctor Acosta no dio muchas vueltas para señalar que ciertamente existe una crisis en el merengue, pero basó su apreciación en lo que el llamó “la débil” oferta de algunos intérpretes a los que responsabilizó de “mutilar” y matar lentamente el ritmo dominicano con temas sin ninguna riqueza literaria.
No obstante señaló que esa es una moda cíclica que no podrá de ninguna manera alcanzar la perpetuidad “porque las obras malas nadie las recuerda, no logran la inmortalidad”.
“Tenemos que revisarnos, mejorar las letras, volver a los años 70 y 80 cuando el ritmo era mejor tratado, con arreglos bonitos. Contamos con el talento de los compositores dominicanos para lograrlo”, dijo el líder de la agrupación Los Toros Band.
’’Lo matan”
Señaló que el merengue debiera ser hoy el timón de la música tropical en sentido general, pero no lo ha logrado porque algunos de los que se hacen llamar los grandes embajadores del ritmo son los primeros que no han contribuido con ello.
Preguntado de que si se cree un abanderado del buen merengue, respondió: ’’¿qué tú opinas?, lo que yo canto está ahí; temas como Marola, La Quiero a Morir y Véte y Dile dicen si soy o no un exponente de la buena música. Nunca he atentado con la dignidad de nuestro ritmo cantando disparates’’.
Se mostró en desacuerdo de que la ’’vieja guardia’’ del merengue esté impidiendo un relevo generacional y que tampoco advierta una reiteración en el merengue.
’’Toda la música folclórica es repetitiva, por amor de Dios; la única diferencia que se puede evidenciar en un ritmo son los aportes que ha hecho la tecnología; el cambio que necesita el merengue es hacerlo con dignidad, dándole oportunidad a los buenos compositores y a los nuevos arreglistas para que enseñen corrientes novedosas’’, enfatizó.