
Esto se debe a que el intérprete puertorriqueño se sometió a una vasectomía en la mañana de ayer, miércoles, asunto que había aplazado por carecer de tiempo y no por temor, según supo este diario.
Elvis Crespo llegó a eso de las 7:30 de la mañana a la oficina del urólogo cirujano Allan Torres Vargas, ubicada en Santurce, para operarse. El procedimiento –que consiste en cortar los conductos deferentes, encargados de transportar los espermatozoides desde los testículos hasta la próstata y las vesículas seminales para mezclarse con el semen en el momento de la eyaculación– se realizó sin contratiempos y de manera ambulatoria.
Aunque inicialmente renuente a confirmarlo, la relacionista pública Helga García admitió que el cantante se había sometido al proceso quirúrgico.
Elvis Crespo tenía decidido hace mucho tiempo someterse a tal procedimiento, y no lo había hecho porque tenía mucho trabajo, trascendió. “De él salió la decisión para asumir su responsabilidad”, confirmó una fuente, aunque en diciembre pasado el mismo artista había dicho a este diario que no se sometería a la operación.
El galeno dijo a PRIMERA HORA que su famoso paciente estuvo consciente durante la operación, que se hizo con anestesia local.
“Estuvimos dialogando durante todo el proceso y si estaba nervioso fue algo mínimo. No hubo complicaciones… debe estar en reposo durante estos dos días, sin hacer esfuerzo físico, ni guiar. Referente al trabajo que él realiza diría que luego de los dos días podría estar recuperándose completamente en una semana”, argumentó.
Elvis Crespo, quien es padre de tres y espera un cuarto hijo, tampoco debe tener relaciones sexuales hasta dentro de dos semanas, pero se someterá a un contaje de espermatozoides en los próximos dos meses.
Falacias y realidades de la vasectomía
El doctor Allan Torres Vargas dice que “son muchos los cuentos que uno escucha” y que varios pacientes piensan que al hacerse la operación “los van a capar, como se dice vulgarmente. Desconocen que es un proceso sencillo que se realiza bajo anestesia local o intravenosa y que es ambulatorio”.
La vasectomía, tal como a la que se sometió el intérprete de “Suavemente”, no provoca impotencia, por lo que el hombre tendrá su erección y orgasmo normales; no causa problemas al orinar, y no está relacionada con el cáncer de la próstata.
Para realizar la intervención existen diferentes técnicas, todas reversibles. Se puede cortar un segmento de los vasos deferentes (uno o dos centímetros) para luego amarrar los cuatro extremos. Esto se conoce como “non scalper vasectomy”.
También, pueden amarrarse solamente los vasos deferentes o cortarlos y quemar el interior de cada vaso. Todos los segmentos cortados se envían a un laboratorio patológico.
A pesar de que ninguno de los procedimientos es completamente seguro, el cirujano sostiene que es uno de los anticonceptivos más eficientes, con sobre un 98 por ciento de efectividad.
Regularmente, el proceso dura entre 15 a 20 minutos y el paciente puede decidir estar consciente durante el mismo, con anestesia local (en el escroto, pero tolerable), o por vía intravenosa.
El operado debe ir acompañado, pues no podrá guiar. También, debe estar dos días en reposo y no hacer esfuerzo físico, además de estar dos semanas sin actividad sexual. Dos meses después del procedimiento deberá volver donde el médico para realizarse un contaje “pues el espermatozoide está 72 días desarrollándose”, por lo que deberá usar otro método anticonceptivo hasta saber los resultados del examen.
“Lo importante es documentar la azoospermia (que no haya espermatozoides). Toma alrededor de 15 a 20 eyaculaciones limpiar el sistema (de espermatozoides). Muchos se hacen el procedimiento y no se hacen el contaje”, reitera.
Desde ese momento después de la intervención, la eyaculación consistirá en semen sin espermatozoides. La secreción estará compuesta por nutrientes provenientes de la próstata y las vesículas seminales.
El cirujano comenta que a su oficina llegan pacientes entre los 30 y 40 años de edad para operarse, “aunque hay alguno que otro de 50 ó 55 (años) que desea la vasectomía”, y que sería “bien raro que viniera un joven de 20 ó 22 años a decirme que no quiere tener hijos y que lo opere. Considero que yo, como médico, tengo derecho a participar de esa decisión en ese caso”.
Como toda operación, la vasectomía no está exenta de riesgos, aunque son mínimos. Puede ocurrir sangrado en el área de la incisión (escroto), inflamación de los testículos y dolor.
“La herida es una menor, pues mide unos pocos milímetros”, asegura el doctor.
Para realizar la reversión del procedimiento, es necesaria una microcirugía. “Cuando se cortan los vasos deferentes, el tejido forma una cicatriz. Ese tejido hay que eliminarlo para saturar ambos extremos. Mientras más temprano se haga luego de la vasostomía (proceso de reversión), mejores resultados tendrá”, explica.