
“Uno de mis sueños sería hacer una gira mundial con Juan Luis”, dijo el pasado martes Rubén Blades en rueda de prensa celebrada en Caracas junto al “Rey de la Bachata y el Merengue”.
A esa gira se incorporarían, según Blades, otros cantantes e instrumentistas dominicanos, el guitarrista flamenco español Paco de Lucía y músicos tradicionales irlandeses, entre otros.
Juan Luis Guerra reconoció la gran influencia en su carrera musical de Rubén Blades, y dijo que gracias al autor de “Pedro Navaja” y “Buscando guayaba” se dio cuenta de que en sus merengues cabía la crónica social.
Ambos cantautores abrieron ayer, miércoles, el Caracas Pop Festival 2002 junto a Roberto Blades, en la llamada “Noche latina”, primer espectáculo de los cinco que se han organizado hasta el próximo domingo.
Rubén Blades, identificado siempre por los contenidos sociales y políticos de las letras de sus canciones, hizo profesión de fe salsera y aseguró que “me gusta la salsa y siempre me gustará”.
Además, afirmó la influencia “social” que ha ejercido sobre su música el brasileño Chico Buarque.
Sin embargo, se declaró muy alejado de las nuevas tendencias del género, como la llamada “salsa erótica”, porque, dijo, “no escribo para hormonas, sino que describo situaciones existenciales de barrio, y mis discos pretendo que no tengan fecha de caducidad”.
Juan Luis Guerra, por su parte, hizo profesión de fe religiosa después de su búsqueda de Dios en los cuatro últimos años y dijo que antes de eso “no era nada”, pese “a ser católico por compromiso, y ahora soy cristiano, porque recibí al Señor en mi corazón y cambió mi vida”.
El autor de “Bachata rosa” y “La bilirrubina” aseguró que en la actual música latina “hay grandes talentos” y confesó haberse emocionado recientemente con programas especiales emitidos en la televisión de su país sobre el español Alejandro Sanz y el argentino Fito Páez.
Ambos músicos aludieron también a su participación en diciembre pasado en el gran homenaje latino a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
“Sobre sangre inocente no se puede construir la verdad, por eso hay que condenar cualquier acto terrorista, venga de donde venga”, dijo Blades junto a Juan Luis Guerra, para quien el terror es una consecuencia de la maldad que anda suelta por el mundo.