
Ganadores del premio “Grammy” y adorados por su público, Anthony y Vives se entregaron, como suelen hacer, ante unas 20.000 personas que aplaudieron, los ovacionaron y bailaron sin cesar toda la noche, a pesar de los problemas de sonido que se produjeron.
“Dos gigantes de la música” fue el acertado nombre del espectáculo que reunió, por primera vez en concierto, a estas súper estrellas.
El puertorriqueño Marc Anthony es figura destacada en la salsa y la balada, y el colombiano Vives ha internacionalizado el folklore de su país, una propuesta en la que muchos quizás no creían hace siete años pero que la venta de millones de discos ha dado la razón al cantante.
Con una hora de retraso y un público impaciente, Marc Anthony fue el encargado de abrir un concierto cuyos asistentes le recibieron de pie y aplaudiendo hasta el delirio.
“Y hubo alguien” fue el primer tema que interpretó y al que siguieron muchos de sus éxitos en español, que el público cantó junto a él.
Un Marc Anthony lleno de energía, recorriendo sin cesar el escenario de un lado a otro y moviendo su cuerpo de forma jocosa, deleitó al público durante una hora.
Entre sus canciones se escucharon “Contra la corriente”, “Celos”, “Vivir” y “Hasta que te conocí”, que dedicó a su suegra, Lucy, quien celebró su cumpleaños.
Su hija Ariana y la esposa del cantante, la ex Miss Universo Dayanara Torres, disfrutaron también del concierto.
Inmediatamente, interpretó “No hay nadie como ella”, a lo que el público, en respuesta, bailó desde sus asientos o en cualquier lugar que le facilitara moverse, solos o con su pareja.
El artista recibió una ovación con el público en pie, que se prolongó cinco minutos y que hizo al intérprete emocionarse.
El colombiano Carlos Vives fue recibido con arrebato, sobre todo, porque comenzó su actuación con “La gota fría”, uno de los cadenciosos temas del sabroso folklore de su patria.
El artista interpretó canciones de su primer disco, “Clásicos de la provincia”, como “La hamaca”, “Matilde Lina” y “Cañaguatera”; de su segundo álbum, “La tierra del olvido”, del que se escuchó la canción que le da título, así como de “El amor de mi tierra”, que le valió un “Grammy”.
Vives, que adornó con elementos modernos la cumbia y el vallenato de su país, ofreció un gran espectáculo con su banda La Provincia, a lo que el público respondió con gran entusiasmo y bailando, a pesar de que ya eran altas horas de la noche.
El artista dijo que admira a Anthony y comentó jocosamente que “voy a ir a Santa Marta (su pueblo natal), y no me van a creer nada que estuve con Marc Anthony”.
Previamente, el puertorriqueño había salido al escenario para cantar con Vives. Al terminar el tema, se arrodillaron en el escenario uno frente al otro, obteniendo por respuesta una gran ovación del público, que también bailó sin cesar con su música.
Carlos Vives envió expresiones de cariño a Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico, país al que dedicó varios temas, entre éstos “19 de noviembre”, que se refiere a la fecha del descubrimiento de la isla en 1493.
Tras finalizar el concierto, tuvo que regresar al escenario ya que el público se negaba a abandonar la sala e interpretó otros dos temas.