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Olga Tañón se prepara para buscar pareja al Grammy

Tota
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Olga Tañón, “la reina del merengue”, está buscando pareja, no para ella sino para su Grammy, premio que consiguió el pasado año y al que vuelve a aspirar en esta edición de los principales galardones de la música.

Ahora está sólo, en medio de la chimenea de su casa en Florida, pero a partir del próximo 27 de febrero en la 44 edición de la entrega de los Grammy, un nuevo premio puede hacerle compañía si hace realidad su tercera candidatura a estos galardones en la categoría de merengue por su álbum Yo por ti.

Para ello tendrá que ganar a Haciendo Travesuras, de Chico Malo; 8, de Gisselle; Grupomanía 2050, de Grupo Manía, y Yo soy Toño, de Toño Rosario.

“Los nervios son los mismos igual que las peticiones a Papá Dios. Igualitas. Claro que la mera candidatura ya es un premio”, comenta esta gozosa intérprete.

Para nervios los que pasó ella sola cuando se enteró de su nueva candidatura, una noticia que la pilló delante del ordenador porque durante el anuncio televisivo la Academia de Artes y Ciencias Discográficas no entra en detalles sobre los nombres de los candidatos en las categorías hispanas.

“Me puse loquita gritando al monitor”, recuerda la cantante, quien en todo su nerviosismo por querer imprimir su candidatura “saqué cuarenta, y eso que yo sólo quería una”.

Es un reconocimiento por el trabajo de Tañón en Yo por ti, el último álbum de esta puertorriqueña modesta que se ruboriza ante el nombre ya ganado de “reina del merengue”.
Ella prefiere que se la llame por su nombre de pila pero es difícil hacer eso con la segunda puertorriqueña en la historia de este país capaz de conseguir un Grammy, tras los pasos de Rita Moreno hace casi 30 años.

Miles de seguidores


Puerto Rico incluso ha designado el 9 de noviembre como “el día de Olga Tañón” y los seguidores de su ritmo tropical se cuentan a miles, con varios discos platino y dobleplatino.
“Lo que me gustaría es que les dieran un día libre de vacaciones pagadas a todo el mundo”, sugirió la intérprete zafándose de tanta adulación ante la que, como ella dice, “los pelitos se me paran”.

Además del éxito de Cómo olvidar, de presencia duradera en las listas de los más vendidos hispanos, su último álbum también ha querido enseñar merengue a los anglohablantes con la canción I Wana Have Fun en lo que define como “spanglish”.

“Yo me siento bien con las canciones que tienen sentido y siempre que sea posible haré lo que esté en mi mano para que más gente que no es la mía me conozca. Con acento y todo que el inglés no es lo mío”, comentó la intérprete para quien su tema preferido es Yo por ti, dedicada a Dios y a su hija Gabriela, de cinco años y miedo.

A ella fueron todos sus pensamientos cuando el pasado 11 de septiembre la sorprendió lejos de su casa, en Los Angeles, dispuesta a participar en la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos.

“Creo que me puse mala de pensar en que no iba a verla más”, recuerda con angustia pero sin que eso la detenga a la hora de repetir su viaje a Los Angeles porque en su opinión hay que seguir adelante con la vida.

Olga ya tiene pareja para esta ceremonia en su amor, del que prefiere no dar el nombre.

En cuanto al vestido, dadas las circunstancias de la entrega, la cantante puertorriqueña sabe lo que quiere, algo que sea muy cómodo.

“A nosotros nos anuncian los premios a las cuatro y tenemos que entrar por la puerta de atrás mientras que luego llegan los otros, los premios gordos, a las siete y por la puerta grande así que mejor que vaya cómoda porque como me ponga tacones no llego al final de la noche”, describe la candidata.

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