Sergio Vargas contagia de merengue a detenidas en cárcel
“Con esto quiero alegrar un poco a las muchachas y convencer a los demás artistas que cumplan su rol social, que devuelvan algo de lo que el público les ha dado”, afirmó Vargas a periodistas antes de subirse a una improvisada tarima en el centro penitenciario.
Vestido de negro y con su característico “afro” del último año, el cantante quisqueyano fue recibido entre abrazos y aplausos por una emocionada multitud de mujeres recluidas en el Centro Femenino de Rehabilitación, ubicado en la perifería este de la capital.
“Quizás algunas de las que están aquí pagaron por verme en un concierto y ahora me toca a mí pagarles de vuelta”, indicó el artista, quien prometió regresar al penal el 16 de agosto próximo para ofrecer un concierto completo acompañado de su orquesta.
Aunque el merenguero sólo interpretó tres canciones, las reclusas aprovecharon al máximo cada minuto y bailaron entre ellas, mientras algunas más atrevidas se subieron al escenario para tirar pasos con el dominicano.
“Fue muy bonito todo, pero muy rápido”, se quejó una joven, quien confesó que la breve presentación le recordó otros bailes con Vargas durante los populares carnavales de este país.
El anuncio del concierto del próximo mes emocionó a las internas que el año pasado vivieron una experiencia similar con la salsa del puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, además de visitas de artistas locales de ritmos folclóricos y reggae.
Con una pista musical, Vargas interpretó sus populares temas Dile, Perdona y La ventanita para alegría de buena parte de las 557 detenidas, ya que algunas fueron privadas del evento por indisciplina.
“Yo para el 16 de agosto no quiero estar aquí”, comentó a Larissa Villaláz al expresar su satisfacción con el gesto del músico, pero confesó que prefiere conseguir la libertad después de siete meses de permanecer en la cárcel.
La directora del Centro Femenino de Rehabilitación, Marta Navarro, aplaudió la presencia del intérprete dominicano porque “ayuda a liberar la tensión” de las internas, de las cuales el 75 por ciento cayó en prisión por delitos relacionados con drogas.
“Ellas se motivan. Que un artista quiera compartir con ellas las anima porque saben que las toman en cuenta y entienden que estar aquí no significa que las han olvidado, eso las ayuda después en su reinserción a la sociedad”, apuntó.
Entre las detenidas hay 125 extranjeras, en su mayoría colombianas, quienes acompañadas por las nacionales aprovecharon el concierto para reclamar a las autoridades presentes privilegios como la liberación cuando cumplen dos terceras partes de sus penas.