
Se afirma que es cubana porque inicialmente su base fue el son, el mambo, el guaguancó y otros ritmos afrocubanos. Pero resulta igualmente válido hablar de salsa puertorriqueña o colombiana cuando se utiliza la bomba o la plena y el vallenato o la cumbia como medios para narrar una historia mediante la estructura tradicional de introducción, cuerpo, montuno y mambo.
Breve historia
(1950-1960) Era del mambo y el chachachá, ritmos creados por los hermanos Orestes e Israel López “Cachao”, y por Enrique Jorrín, respectivamente. La disquera Tico dictó las pautas editando en Nueva York álbumes de Tito Puente, Tito Rodríguez, Machito, La Panamericana y otros. En la Isla se asomó a la escena el Combo de Rafael Cortijo, que revolucionó el ambiente dominado por grandes orquestas de baile como las de Rafael Muñoz, Moncho Usera y César Concepción.
(1960-1970) Epoca de la pachanga, el boogaloo y el jala jala. Las orquestas de Puente, Machito y Rodríguez experimentan una merma en popularidad. Rodríguez incursiona en el bolero y otros le siguen. En Nueva York, las charangas se imponen durante el primer lustro, perdiendo fuerzas al surgir el boogaloo y el jala jala. En Puerto Rico nace El Gran Combo. Los sellos Gema, Tico, Alegre y West Side (Unitet Artists) dictan las pautas.
(1980-1990) Masucci se marcha a Argentina y libera a sus artistas. Se imponen la balada y el merengue. TH-Rodven, Bronco, Combo y Sonotone capitalizan la salida de Fania, creando y desarrollando sus propios catálogos. La más exitosa es TH-Rodven, que catapultó a Eddie Santiago, Frankie Ruiz, Lalo Rodríguez y David Pabón.
(1990-2000) Musical Productions (antes Sonotone) y RMM se convierten en las disqueras de la salsa de los 90. Sony y otras multinacionales incursionan en el género firmando talentos como Luis Enrique, Gilberto Santa Rosa, Pupy Santiago y Víctor Manuelle.
Se consolida en Nueva York el sonido de la salsa-hip-hop, creado por Sergio George. En Cuba, se desarrolla la timba.
(2000- ?) Tras la quiebra del sello RMM, la batuta de regresa a Musical Productions. Universal Music Latino adquiere el catálogo de RMM.
La industria es estremecida por la piratería y la tendencia de la radio a los formatos tradicionales de la salsa. Se registra el “crossover” de los salseros a la balada pop.