
Javier Bermúdez, Ramiro Matos y Elvin Torres, quienes compartieron con sus pequeños en la tarde de ayer, coincidieron en que más allá de disfrutar de los regalos, anhelan fomentar la importancia de la unión y el cariño en esta temporada navideña.
El cantante Javier y su esposa Elsie Marie Vega se regocijaron con el rostro de alegría de su única hija Katiana Marie, de 5 años, quien no podía creer que los Tres Reyes Magos le obsequiaran una bicicleta, un karaoke y las muñecas que deseaba.
“Estoy despierto desde temprano. Bueno, llegué de tocar a las 3:30 de la mañana y la nena nos levantó a las 5:00 de la mañana. Como tiene que bajar unas escaleras, le dijimos que aún era de noche, se acostó, pero no duró mucho y se levantó a las 7:00 de la mañana. Lo más que quería era el karaoke porque quiere ser como su papá”, comenta Javier, quien reside junto a su familia en Santa Isabel.
El vocalista de “Aguántalo ahí” se transportó a sus primeros años de vida para recordar que, aunque “no había abundancia material”, sí estaba colmado de amor y eso es lo que quiere que prevalezca en su matrimonio.
Ramiro y su compañera Omaira González gozaron de lo lindo junto a Tailis, de 5 años, y Kianelys, de seis meses, mientras descubrían los regalos.
“Desde pequeño me enseñaron llevar esta tradición por encima de cualquier otra. El 25 de diciembre, el que lleva los regalos es el Niñito Jesús. Para seguir la costumbre fuimos a buscar yerba en lo que antes era el Cerro de La Cruz (Coamo) porque allí iba con mis papás, que siempre me complacieron a cambio de buena conducta y disciplina. Soy bien pro cultura y tradición”, expresa Ramiro, quien vive en Coamo, y desenvolvió junto a sus pequeñas unas películas, una muñeca con patineta y otros juguetes.
El intérprete resalta que, a pesar de que haría cualquier cosa para complacer y dibujar una sonrisa en el rostro de sus crías, “no voy a darle de más” con el fin de que valoren los sacrificios que realizan los padres.
Elvin Torres y su esposa Gladys Santiago sienten haber traspasado su primera herencia a sus retoños con la enseñanza de la unión familiar, que fomentan al compartir con sus pequeños días especiales como la espera de los Reyes Magos.
“Gracias a mis papás tuve una niñez muy feliz, siempre fuimos bien unidos y quiero inculcarle eso a mis hijos, por eso siempre saco momentos como éstos para estar con ellos y de una vez revivo mi infancia. No tiene precio verles las caritas cuando ven los regalos. La satisfacción más grande que tengo es verlos alegres”, comenta el padre de Paola Beatriz, de 5 años; Alejandra Natalia, de 4; y Elvin Eduardo, de 10 meses.