
Con una facilidad asombrosa, siempre retuvo las melodías de los primeros éxitos de Sinatra con la orquesta de Harry James. Y los tocaba de oído en sus lecciones de piano con las profesoras Eduviges Bocanegra y María Luisa Lecante.
“Desde pequeño su música me encanta”, afirmó Joe Quijano, quien al compás de la salsa le rinde un homenaje a Sinatra en días en que el Radio City Music Hall se dispone a revivir la figura y la voz del legendario intérprete estadounidense de ascendencia italiana.
La idea de un álbum con un puñado de las canciones más populares de “La Voz” se apoderó de su mente en las postrimerías de la década del 40, cuando Quijano cantaba en las Montañas Catskills en Nueva York.
“Era una época en que teníamos que incorporar al mambo y al chachachá los éxitos americanos. Fueron muchas las canciones de Sinatra que interpretamos en ritmo de chachachá y mambo, pero en inglés”.
Luego de que Nat King Cole incursionara en el bolero, al productor Teddy Reig se le ocurrió que Sinatra podía hacer lo propio acompañado de la orquesta de Tito Puente. Se reunió con Quijano, quien compuso para Sinatra The Rumba Dancer, y en el Waldorf Astoria conversaron del proyecto junto a Charlie Palmieri. Pero a Sinatra no le interesó.
Frustrado su sueño, Quijano se dedicó a trabajar con Orlando Marín, Charlie Palmieri y Johnny Seguí, antes de fundar el Conjunto Cachana, con el cual se consagró en la década del 60 como el Rey de la Pachanga.
“Ya había recopilado todo lo mío y me dio la fiebre de grabar otra vez. La plata que tenía guardada para mi entierro la invertí en la grabación”, dijo Quijano, quien seleccionó las canciones de un repertorio de dos mil temas de Sinatra.
La producción, en la que Quijano canta y sonea en inglés éxitos como I´ve Got You Under My Skin, New York, New York, I Get a Kick Out of You y Without a Song, contiene otras canciones que, aunque Sinatra no las interpretó, se relacionan a su carrera.
“Ese es el caso de Copacabana, el club donde una noche Sinatra perdió la voz. En 1959 yo tenía allí un trabajo a tiempo parcial como mesero. El amor de su vida fue Ava Gardner, pero ella dejó de hacerle caso. Y esa noche Sinatra sufrió su desprecio. Yo recuerdo que me pasó por el lado llorando”, rememoró Quijano.
La letra de la balada Ode to Frank la conserva desde finales de la década del 60. Y la incluye como un tributo póstumo a su cantante favorito: “Se la envié a Frank y me la devolvieron; a Tony Bennett también y me la devolvieron; a Sammy Davis Jr. le gustó, pero murió. Siempre quise grabarla porque para mí es otra My Way”.
Los costos de la producción Salsa-Natra In Clave, realizada en Nueva York, ascendieron a $40 mil. Sus créditos incluyen a Ray Santos, Dave Valentín, Andy González, Manny Oquendo, Piro Rodríguez, Reinaldo Jorge y otros respetables músicos de la salsa y el jazz latino que integran un big band exquisito.
Consciente de que la fanaticada de Sinatra en Puerto Rico es numerosa, el siguiente paso de Joe Quijano será someter una propuesta a las hospederías locales para presentar el espectáculo Salsa-Natra In Clave en la temporada turística que se aproxima.
“Es la gestión que haré, pero no me siento muy optimista porque mucho del personal de banquetes y bebidas de los hoteles no sabe lo que está pasando. Puedes revivir a Tito Puente y presentarlo, y no lo reconocen. Pero lo gestionaré porque es un espectáculo de interés turístico”.