Marvin Santiago se recupera de su operación
Próximo a cumplir sus 56 años de edad y aunque su presencia en los escenarios no tiene el ritmo ni la frecuencia de antaño, el cantante Marvin Santiago sigue siendo considerado por los salseros como uno de los principales exponentes del género, por lo que conserva el afecto y el calor de su público.
En unos meses el intérprete de “Fuego a la jicotea” partirá a Estados Unidos para ser intervenido en el hospital Metodista de Dallas, en Texas, donde se realizará un trasplante de riñón.
Según narró a PRIMERA HORA su esposa, Sandra Pagán, él padece de fallo crónico renal con función residual, que en parte deriva de su condición de diabetes.
“Ya los médicos en Puerto Rico le hicieron la mayor parte de los exámenes y sólo esperamos un examen nuevo que se somete al comité del hospital en Dallas y allí nos confirman la fecha del trasplante”, dijo su compañera.
Aun con lo delicado del proceso quirúrgico, el vocalista se siente “confiado y fortalecido en la fe de Cristo”.
“No me puedo quejar por lo que estoy pasando y si me quejara fuera un canalla. Yo voy por pedazo en la vida pero gozo del cariño de mucha gente”, sentenció el veterano sonero.
Como consecuencia de los costos de operación, viaje, estadía y alimentos, Marvin Santiago tendrá que incurrir en gastos ascendentes a los $75 mil, por lo que su familia ha producido una camiseta y un afiche para recaudar fondos, a un coste de $10 cada uno.
Los interesados en cooperar pueden hacerlo a través del portal cibernético www.oasissalsero.com o en la tienda de discos de Rafael Viera, en la calle Cerra, parada 15 en Santurce. También se organizará un evento musical que próximamente reunirá a las principales figuras de la salsa.
Pese al padecimiento de riñón del cantante, Sandra Pagán aseguró que su condición de diabetes “está controlada y estable, aunque tiene que estar realizándose diálisis peritoneal todos los días”.
El lunes de la semana pasada Marvin Santiago también fue operado del ojo derecho porque, según indicó su esposa, “hubo que corregirle la visión porque las cataratas le estaban afectando”.
Hace más de 20 años el vocalista de “Soy boricua” sufre diabetes y en agosto de 1996 le amputaron su pierna derecha.
Una vida dedicada a la rumba
Virtuoso del verbo popular y callejero, rumbero de la calle, con un basto sentido del humor y un carisma inigualable, el intérprete de “Fuego a la jicotea” tiene a bien ganado el apelativo de “El Sonero del Pueblo”, que lo ubica a la altura de la habilidad de la improvisación de figuras como Ismael Rivera, Héctor Lavoe y Chamaco Ramírez.
Su voz conserva el tono brusco y afónico que le ha caracterizado y que de golpe y porrazo es capaz de transformase en un sonido armónico y cadencioso que provoca el jaleo de los cuerpos al ritmo de “Al son de la lata baila el chorizo”, “Vasos en colores” o “Soy boricua”.
Esa experiencia la volvieron a vivir los cerca de cuatro mil fanáticos, según la Policía, que el pasado domingo asistieron al “Puerto Rico Salsa Fest 2003”, en el estadio “Roberto Clemente Walker”, donde Marvin Santiago cantó junto a la orquesta de Bobby Valentín, provocando uno de los momentos más emocionantes del evento.
El cantante lució sereno y feliz sentado en una silla al frente del proscenio. En más de una ocasión no pudo sostener las lágrimas ante la constante ovación de sus fieles fanáticos, que lo siguen reclamando como uno de los reyes más prolíficos del verbo popular.
“El Señor me ha bendecido con este público y con mis compañeros. Les doy gracias a todos por el cariño que me han brindado a través de los años, pero ustedes están conmigo y yo estoy con ustedes. No quiero armar un llanto y voy a cantar”, dijo con voz entrecortada.
Y es que Marvin Santiago ha curtido su vida desde niño en clave y son, iniciando una carrera musical a los 14 años de edad con el conjunto Trotamundos, integrado por amigos del residencial “Nemesio Canales”.
Fanático de Ismael Rivera, Tito Rodríguez y Cheo Feliciano, el Sonero del Pueblo despuntó como cantante de la mano de Rafael Cortijo, en 1967, recomendado por el recién fallecido compositor Tite Curet Alonso.
Aunque su estadía junto a Cortijo no fue muy larga, pudo sembrar un estilo único en el arte de la improvisación y la vocalización que le fueron ganando su sitial.
Su época sólida, en cambio, la adquiere junto a la orquesta de Bobby Valentín, a partir de 1972, y con quien cosecha los éxitos como “La naturaleza”, “Préstame tu caballo” y “La Leonor”.