Alto el precio para los convictos por piratería

Según la advertencia que aparece antes de la proyección de cada película, el llamado green card, indica que la violación de los derechos de autor al reproducir, distribuir o exhibir una cinta sin autorización conlleva penalidades impuestas por leyes federales.

Esta violación es investigada por el FBI y puede constituir un delito mayor con una pena máxima de hasta cinco años en prisión, una multa de $250.000 o ambas.

La proliferación de piratería fílmica en la Isla, evidenciada en estos días con la controvertible cinta “The Passion of the Christ”, proviene en su mayoría, según varias personas consultadas, a la accesibilidad del Internet. Mientras que la acción de entrar a una sala de proyección con una cámara de vídeo en mano, aseguran, es mínima.

Laura Febo, directora de mercadeo de Caribbean Cinemas, explica que en sus salas no hay un sistema especializado para la detección de cámaras, pero con la ayuda de operadores y empleados han impedido que esto ocurra.

“Sí, se ha detectado a personas grabando películas. Lo más reciente fue en ´Looney Tunes´, pero se les ha quitado el equipo. Las personas no se han procesado, pues acceden a entregar la cámara y se confisca la cinta. No ocurre a menudo”, indica la ejecutiva.

Febo añade que, además, con la tecnología existente en los nuevos modelos de teléfonos celulares, también han sorprendido clientes grabando escenas con estos aparatos.

La directora de mercadeo, asegura, que el área de la taquilla de Caribbean Cinemas está rotulada con el aviso de que no se permiten cámaras en las salas.

“El problema de la piratería es uno grande en la industria. Cuando nos enteramos que están circulando copias de la cinta se lo referimos a los distribui-dores”, acota.

El gerente general de los teatros CineVista en Puerto Rico, Eduardo Llauger, es partidario de castigar a quienes infringen la ley, pues “los dueños de las películas se van hasta el cuello con estos asuntos”.

“Estamos pendientes siempre de quiénes están grabando. Tenemos un equipo especializado en los cines para verificar. De vez en cuando cogen a uno y los dejan ir y ese es el error”, asegura quien describe las copias piratas como una de mala calidad, aunque “nunca las he visto, eso es lo que me han dicho”.

Danny Nieves, de Premier Films, por su parte, recuerda películas particulares que ha sido copiadas, como “La niña de tus ojos”, que asegura estaba en los establecimientos de renta y venta de vídeos antes de exhibirse en un cine.

Igualmente, dice, ocurrió con ambas cintas de “Blair Witch Project” y “Sinbad”.

“Algunos de mis empleados me han hecho acercamientos de que ya tienen ´La pasión´, pero saben que si me dicen dónde la obtuvieron lo voy a informar”, manifiesta Danny Nieves, quien asegura la mayoría de las copias se muestran con una pésima resolución pésima, cambios en los colores y el sonido, aspectos que, al parecer, fueron “mejorados” en “The Passion of the Christ”, algo que no debe halagar a su realizador Mel Gibson.

Sony, compañía que compró Columbia Pictures, tiene una idea que va más allá de un espectador grabando la cinta en una sala, pues advierte que las empresas encargadas de reproducir la película podrían ser la matriz de esta acción.

Annette Monserrate, gerente de mercadeo de Columbia Pictures en Puerto Rico, explica que una vez se realiza el filme, el negativo es duplicado en un laboratorio miles de veces para su proyección, “por lo que no deja de ser una posibilidad”.

La experiencia de Monserrate con la piratería se remonta al año pasado, durante el estreno de “Charlie´s Angels: Full Throttle”, cuando una señora le reportó que “un videoclub cerca de su casa ya tenía copias de ´Hulk´, ´Terminator 3´ y ´Finding Nemo´ a tan sólo una semana en cartelera. El establecimiento ya está bajo investigación”.

De igual manera, piensa que el problema persistirá hasta tanto los casos no prosperen legalmente.

“Mientras no se procese, esto no se va a controlar. El FBI está muy ocupado con el terrorismo y no le dan prioridad a esto”, denuncia.

Annette Monserrate explica que cuando su casa productora realiza alguna premiere o galas de grandes estrenos utiliza un night vision scope, un instrumento que le permite identificar si alguien utiliza alguna cámara de vídeo dentro de la sala de cine.