
Con frecuencia en los clubes nocturnos de la Isla se pueden ver parejas bailando salsa de manera profesional.
Cada vez son más las amas de casa, los profesionales, obreros, estudiantes y ejecutivas de nuestro país que desean de alguna manera lidiar con el estrés que les agobia, y están acudiendo al baile para remediar la situación. La señal está en la proliferación de academias en el país.
¿Qué buscan exactamente los que allí acuden? Seguro que entretenerse. Sin embargo, hay quien asegura que bailando salsa se obtienen resultados tan buenos como caminar o trotar. Otros sienten un verdadero interés por aprender sobre el género que nos identifica como pueblo internacionalmente. Hay quien simplemente desea compartir un rato de alegría con la familia o sus amigos. Y no falta el que con auténtico interés busca dominar la materia y sus efectos socioculturales.
De cualquier forma, lo cierto es que hasta los clubes nocturnos de la Isla separan tiempo y espacio a los salseros furiosos que, haciendo alarde de movimientos y piruetas, se lucen cual “reyes de la noche”.
Eso sí… bailar salsa no es fácil. Aunque Tito Ortas – talentoso maestro y bailarín- piense lo contrario, la salsa contiene ingredientes de ritmos como el mambo, el cha cha chá, la bomba, el guaguancó, la rumba y la guaracha, entre otros. “Lo más importante es sentir el deseo de aprender”, dice el maestro.
Debido al incremento de este género, pueblos como Cayey, Carolina y Canóvanas también están ofreciendo estos cursos para el disfrute y provecho de la ciudadanía.
Desde cero
Mabel Maldonado no sabía absolutamente nada de salsa y hace siete meses que dedica una hora semanal al baile, junto a otras amistades. “Cuando iba a diferentes lugares me gustaba ver a las parejas bailando salsa. Un día me pregunté por qué todo el mundo bailaba y yo no”, indicó la joven de 27 años, quien asegura que esto ha sido un ´boom´ que la motivó. “Es mi hora de liberar el estrés”, aseguró.
En cambio, Manuela García expresó que el baile le gusta, pero que está consciente de que ha evolucionado. “Hay que ponerse al día y para eso hay que estudiarlo. No es que antes se bailaba mal y ahora mejor, sino que la salsa ha evolucionado”, reiteró esta profesional de las Comunicaciones, quien ha notado que cada vez hay más jóvenes que están bailando este género.
Sin embargo, hay bailadores innatos a quienes les parece que este estilo de bailar en clave no tiene cadencia. “Ahora resulta que no soy bailadora, que tengo que coger unas clases para que digan que puedo bailar”, indicó Lola Torres, quien además confiesa que le intimidan las parejas que se lucen en la pista con patrones coreográficos predeterminados. “Se nota que han tomado clases de salsa… y me parece que bailar salsa debe ser más natural.”
Sobre esto Ortos cree que, aunque hay una tendencia y un movimiento natural, se debe aprender a bailar basado en los parámetros establecidos en los años 40 y 50, y en los tiempos específicos (en referencia a los cuatro tiempos que componen esta música).
Aún así, este joven que es uno de los propietarios de la recién inaugurada academia de baile Rhythms, asegura que lo primordial es disfrutar el baile. “Hay que bailar conscientes de lo que dice la música. Si la música es bien sabrosa y rapidita, así yo me voy a mostrar. Esa es la comunicación que tiene que existir”, terminó diciendo el experto bailador.