
Desde que Gilberto Santa Rosa se lanzó como solista, específicamente cuando lanzó al mercado su elepé “Punto de vista” (su primero para Sony Discos), podría decirse que su carrera como cantante comenzó a dar las primeras señales de sus dotes histriónicos. Desde que sus conciertos tomaron cierta opulencia y dirección, una de los requerimientos era usar el lado actoral de Gilberto Santa Rosa.
A partir de ese momento, de forma pausada y consistente, Gilberto Santa Rosa ha podido expandir y explorar ese lado, con éxito. Tan fue así, que el año pasado Gilberto vio cristalizado uno de sus sueños cuando pudo ser parte del elenco principal del musical “La verdadera historia de Pedro Navaja”. La misma vuelve a escena en abril en el Centro de Bellas Artes.
En una reciente conversación que tuvimos con el “Caballero de la Salsa”, nos enfocamos en hablar un poco del lado actoral que Gilberto ha podido desarrollar a lo largo de su carrera. A pesar de que este aspecto de su carrera recibió mucha atención el año pasado con “La verdadera historia de Pedro Navaja”, siempre ha sido un espacio o nicho que ha querido desarrollar.
¿Qué representa la actuación para ti?
—Es bien importante que la gente sepa que yo soy cantante por encima de todas las cosas y para mí la música siempre es lo primordial en mi vida. Respeto mucho a los actores y la actuación. Siempre se ha dicho que un buen cantante, de cierta forma, es un buen actor ya que le da vida a las canciones que canta. Si me preguntas, qué mejor actriz que Ednita Nazario. Es una cantante extraordinaria y sus canciones reciben vida por su pasión, su fuerza y la vida que le añade. En ese aspecto, yo entiendo que la actuación es un elemento que le agrega dimensión, profundidad, crecimiento, aprendizaje y hasta entusiasmo a mi carrera. Es un honor, un privilegio y una bendición poder explorar ese lado de mi carrera.
—De cierta forma sí y de cierta forma no. Desde el momento en que yo visualicé mi carrera de otra forma, en la que mis conciertos no meramente fueran presentaciones, sino que tuvieran un libreto, una dirección y una coherencia, eso me ha retado a desarrollar otras partes de mi personalidad, que bien son parte de ser artista o cantante.
“La verdadera historia de Pedro Navaja” fue un reto en mucho sentidos. Fuera de las comedias y los conciertos que has realizado, el musical conllevó otro tipo de disciplina, preparación, entrega y compromiso de tu parte. ¿Qué dirías al respecto?
—Para comenzar, al no poder tener el lujo de parar todo lo que hacía en mi carrera como cantante por espacio de cuatro meses, el reto era grande ya que tenía que ensayar de 6:00 p.m. a 8:00 p.m. todos días como todos los demás actores y luego hacer mis presentaciones. A todo esto, me impuse un régimen para perder por lo menos 30 libras que requería el personaje y ser uno más en un grupo que eventualmente se convirtió en una familia. El musical ha sido una profunda lección de lo que es ser disciplinado, comprometido y estar enfocado en un objetivo. Estoy claro que no es algo que puedo hacer todos los días, pero es una experiencia de la cual voy a aprender toda mi vida.
¿Cómo ves la actuación siendo una parte integral de la vida de Gilberto Santa Rosa?
—Estoy claro que la actuación es un campo del que me falta por aprender muchísimo todavía. Un musical es importante, pero es un arte amplio y vastísimo. Hace un par de años en que tomé la determinación de poner mi energía en las cosas que me brindan satisfacción, aparte de ser un reto.
Ahora mismo mis energías se vuelven a enfocar en mi lado musical, que es el más importante. Estoy claro que este año el musical vuelve a Bellas Artes en abril, para lo que abrí un espacio en mi calendario. Una vez concluidas las presentaciones en Bellas Artes me enfoco totalmente en mi música. Estoy alerta y abierto a otras oportunidades, pero me parece que en el 2004, sólo el musical está en agenda”.