La programación radial en Miami discrepa de las ventas

Si la maquinaria promocional de la música funcionara como debe ser, lo que se escucha en la radio se vería reflejado en las ventas de discos y viceversa. Pero, no siempre es así. Existen grandes discrepancias entre la música que se programa en la radio y la que el público compra.

Los vendedores de las tiendas Casino Records, Galería Musical y Lily´s Records de la Calle Ocho, coincidieron en su selección de discos más vendidos: Somos los que andamos (Marisela Verena), El Abayarde (Tego Calderón), Muchas flores (Rosario), Diva Platinum Edition (Ivy Queen), Corazón latino (David Bisbal), Canto a mi ídolo Frankie Ruiz (Jerry Rivera), Lágrimas negras (Bebo Valdés y Diego el Cigala), Live at Miami Arena (Los Van Van) y Emigrante (Orishas).

De éstos, los tres géneros más sobresalientes son: el reggaetón (Tego Calderón), la música flamenca (Rosario y el Cigala) y la salsa. Aunque el flamenco se ha mantenido al margen de la competencia, un ceñido debate ha surgido entre los defensores del reggaetón y los fieles de la salsa.

´´La salsa ha tenido un desplazamiento´´, comenta Antonio Arango, vendedor de Galería Musical. “En este momento no hay ningún género que tenga al mercado a la expectativa, excepto el reggaetón, que es una especie de hip hop latino. Se toca en las discotecas y en la radio, pero Miami lo sigue discriminando. Consideran vulgar su fonética, su jerga y su baile´´.

Aunque sus dos mayores estandartes –Tego Calderón e Ivy Queen– se hayan convertido en presencias omnipotentes, invadiendo no sólo los sectores latinos, sino emisoras americanas como Power 96 y Y-100, muchos musicólogos ven este género como una brisa pasajera que pronto abandonará la ciudad.

´´No creo que el reggaetón haya entrado en Miami con la fuerza que lo hizo en Puerto Rico, Orlando o Nueva York´´, comenta Javier Romero, locutor del Desayuno Musical y El Hit Parade de América de Amor 107.5. Es un sonido bastante boricua, y la audiencia de Miami es más variada, quizás un poquito más madura´´.

A pesar de que la salsa ha sido el sonido con el que Miami se ha identificado durante años, algunos opinan que está pasando por una leve recesión.

´´En la música tropical no hay un artista que predomine como lo hizo Marc Anthony dos años atrás´´, comenta Adrián Mesa, locutor de Clásica 92.3. “No hay ningún hit de salsa que esté en todas partes´´.

Rafy Contigo, programador del Zol 95.7, sale a la defensa de este género, asegurando que la salsa ´´está en uno de sus mejores momentos´´ y proponiendo a Gilberto Santa Rosa y Jerry Rivera como sus máximos exponentes.

“El disco que más se vendió durante las Navidades fue el de Marisela Verena Somos los que andamos, comenta Sonnia Valdés, encargada general de Casino Records. “El disco de Bebo y el Cigala, Lágrimas Negras, se agotó de tanta demanda que hubo, tal vez porque la gente sigue buscando la música de la nostalgia´´.

Sin embargo, estas dos producciones no recibieron el respaldo radial de ídolos del pop como Chayanne, cuyo disco Cuidarte el alma también ha registrado altas ventas. Esto se debe tal vez al temor de muchos programadores latinos de experimentar con fórmulas nuevas.

´´Marisela Verena es una tremenda compositora´´, comenta Romero. “Lo único que no me gustó es que su tema promocional tenga dos malas palabras. Me parece que para darle una rotación radial fuerte a la canción, habría que editarla. La puse en una ocasión que me la pidieron, pero me sigue chocando el lenguaje. Hubiese podido decir lo mismo sin usar esas palabrotas´´.

No sólo la letra hace que una canción sea ignorada por los programadores. La filosofía personal del artista muchas veces influye en la promoción que éste reciba.

´´Cantantes como [Joan Manuel] Serrat y Ana Belén no son programados en la radio local para evitar la controversia que puede traer su posición política´´, explica Sonnia Valdés, de Casino. ´´A lo mejor un locutor un día toque una pieza de ellos, pero no están programados como podrían estarlo si no tuviesen su trasfondo político´´. Agrega que aunque Serrat sinfónico, el nuevo disco del cantautor español, no se ha escuchado en las ondas radiales, éste se sigue vendiendo ´´clandestinamente´´ a sus fanáticos.

´´Serrat aquí nunca se ha tocado por toda la cuestión política´´, comenta Romero. “En los últimos años se ha abierto un poco el nicho y él ha venido a conciertos en Miami, pero a la audiencia cubana no le gusta que toquen sus temas. Hay artistas que han ido a Cuba estrictamente a tocar su música. El problema viene cuando estos hacen declaraciones a favor del régimen´´.

No todas las emisoras siguen esta regla. La reacción de Mesa sobre la nueva producción Serrat sinfónico fue la siguiente: “Mándenmelo, no lo tengo. Si me lo envían, yo lo toco. No sabía ni que existía ese disco´´.

La razón podría ser que su casa disquera, BMG US Latin, no lo ha promocionado en Estados Unidos, y sólo se ha difundido en España y ciertos países de Latinoamérica como Chile y Argentina, donde se ha mantenido en los primeros lugares de popularidad.

´Alvarez Guedes y yo somos los únicos que ponemos a Joan Manuel Serrat´, agrega Mesa. “El y Ana Belén han estado vetados aquí por sus declaraciones, cuando en definitiva son gente que cantan al amor y nunca debieron meterse en la política´´.

Sobre la influencia que tiene la radio en las ventas de discos, Lilia Fernández, vendedora de Lily´s Records dijo: “Lo que se toca en las emisoras latinas se refleja en lo que vendemos aquí. Para mí el termómetro de Miami en estos momentos es el show de Alvarez Guedes y Adrián Mesa. Lo que tocan ellos, es lo que la gente sale a buscar´´.

Tal vez quien más sepa de los gustos de la gente no sea ni el vendedor ni el programador radial, sino los DJs locales como Umber Bandi-Ville, que amenizan las fiestas particulares.

´´La gente sigue pidiéndome temas de Celia Cruz y Compay Segundo´´, dice el disc-jockey. ´´Me piden boleros y son montuno del Buena Vista Social Club. También piden a los salseros colombianos Sonora Carrusel y, por supuesto, a Tego, que está en todas partes´´, confirmando que la música latina en Miami trasciende géneros, y es tan diversa como su legado étnico.