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Marvin Santiago reafirma los colores de su infancia

Tota
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El cantante Marvin Santiago aún recorre los barrios donde nació y se crío desempolvando su memoria y evocando los momentos que nutrieron su niñez.

A su paso por las calles de su infancia va dibujando las escenas que han adornado su vida, recordando los viejos amigos con quienes solía jugar béisbol antes de optar por convertirse en cantante.

Las imágenes de su vida permanecen intactas, mas no las calles y las estructuras de las residencias donde pasó los primeros años de vida. Los cambios en la geografía son evidentes. Ya no está el viejo Rancho Soledad donde nació el 26 de diciembre de 1947, que ubicaba en la calle Sánchez, parada 22 en Santurce.

Hoy el entramado urbano marca el tránsito del desarollismo, aunque la memoria de “El Sonero del Pueblo” se resista a borrar el rastro de su pasado.

Más abajo, en la parada 24, las señas de sus historias aparecen menos transformadas. Todavía existe la vieja placita en la que el cantante jugaba de niño, justo detrás de la residencia donde creció hasta los 13 años de edad, en la calle Los Ángeles.

“Yo jugaba por aquí. El ambiente era bueno, no había expresos y uno corría por entre las casas de madera y llegábamos hasta el Caño Martín Peña. La vida era distinta”, comenta.

En esos años, Marvin Santiago disfrutaba de cantar rancheras y boleros por las calles de su barrio, al punto de que los viejos aficionados de la música lo conocían y, cuenta, que cada vez que visitaba la Plaza del Mercado de Santurce lo instaban a cantar. “La gente mayor me decía: ´Nene, cántate algo ahí´”, dice.

Con el advenimiento de la modernidad es fatigoso caminar por el entorno santurcino y encontrar algún viejo vecino que haya sobrevivido las adversidades de los nuevos tiempos y que aún permanezca residiendo allí.

En su mayoría, los viejos residentes de la zona sólo pasan de visita por los callejones donde rodaban de niños, como hace a menudo Marvin Santiago, quien este viernes recibirá un homenaje artístico en el anfiteatro “Tito Puente”, a las 8:00 de la noche.

“Mira, allí está Víctor (González). Él también es de aquí”, exclamó el intérprete de “Vaso en colores” al disipar a un viejo amigo justo enfrente a la residencia en la que se crío, en la calle Los Ángeles de Santurce.

Su vena musical es de Canales

La memoria musical de Marvin Santiago está atada a su experiencia de vida en el residencial “Nemesio Canales” de Hato Rey. Allí, el pasado es menos sombrío.

Alrededor del complejo de apartamentos es fácil encontrar algún viejo amigo que vio emerger la historia del cantante desde sus primeros días, cuando a mediados de los años 60 se inició en el grupo Los Trotamundos, en el que su viejo amigo Jesús (“Pipón”) Cruz fungía de corista.

“Mi vida (musical) empezó aquí con una banda de compañeros de la escuela. No tenía el grado académico musical, no sabía que tenía un estilo. Pero no fue hasta 1968 que empieza Marvin Santiago a bregar con lo que es la música profesionalmente”, narra.

A su arribo al residencial, nadie oculta la emoción al ver en pie al sonero. “Vaya, mira quién llegó, Marvelousqui, el mejor cantante de salsa del mundo”, dicen los transeúntes reunidos en el colmado del edificio 42, justo donde Marvin Santiago vivió por 10 años.

“Éstas son nuestras raíces y yo no las pierdo. Siempre que puedo me doy la vuelta por aquí”, dice el salsero, quien estuvo acompañado por su esposa Sandra y sus panas Celso Clemente y Pipón Cruz.

Allí todos conocen de su historia y de la gloria que representó al constituirse en una de las voces más rufianes de nuestra cultura popular. Su mérito, manifiestan, está en su capacidad de sonear, esa aptitud de versar y de construir frases curiosas con el lenguaje cotidiano, contando las historias del pueblo.

Los logros de sus 37 años de historia musical –labradas en la orquesta Los Trotamundos, el Combo de Rafael Cortijo y la agrupación de Bobby Valentín– se festejarán el viernes en la celebración “Tributo al sonero del pueblo”, que reunirá a Luis “Perico” Ortiz, Luisito Carrión, Victoria Sanabria, Humberto Ramírez, Elías Lopés, Prodigio Claudio, Domingo Quiñones y Andy Montañez.

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