
El disco de salsa más vendido actualmente en la Gran Manzana es “Across 110th Street” de la Spanish Harlem Orchestra, dirigida por el pianista Oscar Hernández, quien en menos de un año ha viajado siete veces a Europa y dos a Japón.
El nuevo movimiento de la salsa neoyorquina pretende descentralizar la atención de los cantantes para enfocarla en la orquesta como un todo, donde soneros y solistas se destaquen por igual.
“La salsa era producida en masa. Se abusó demasiado de los “clips tracks”, en que los músicos grababan por partes de manera individual. Por eso se había perdido la esencia de lo que es nuestra música. En la Spanish Harlem nosotros grabamos juntos y se siente”, dijo Hernández.
DESPUÉS DE pensar en varias alternativas, Blades optó por la Spanish Harlem Orchestra, banda que lo acompaña en nuevas versiones de éxitos como “Bailadores” y “Como lo canto yo”, popularizados en los años 1960 y 1970 por Joe Cuba y Justo Betancourt.
“Lo que está ocurriendo en Nueva York es que estos músicos se han dedicado al género con mucho afecto y cariño. Nuevamente la música se encamina a un sonido de equipo, como en el pasado, donde cada músico dependía del otro”, dijo Blades.
En la década del 70, Hernández, Jimmy Bosch y Jimmy Delgado eran jovencitos que se desarrollaron al lado de leyendas como Manny Oquendo, Ray Barretto y Willie Colón.
Entonces descubrieron que la salsa auténtica es una combinación de “swing” con crónicas urbanas. Ese es el norte de Jimmy Bosch, trombonista que en septiembre lanzará su tercer disco como líder, titulado “El avión de la salsa”, el cual incluye letras inspiradas en el maltrato infantil, el cáncer y la depresión.