
Fuera del protocolo que suele regir a la Casa de las Leyes, el intérprete de “Gota fría” vistió pantalones de mezclilla, tenis y camiseta para recibir el reconocimiento.
La formalidad fue quebrantada también cuando el artista interrumpió la presentación para intercambiar algunas estrofas con el cantante Antonio Cabán Vale “El Topo”.
Con este último, Carlos Vives tendría un junte especial en el concierto que ofrecería el sábado en el Coliseo de Puerto Rico.
“Vamos a inventarnos algo, algo que sea como mis hijos, mitad colombiano, mitad puertorriqueño”, comentó el también actor.
“Mi relación con ustedes es muy fuerte y muy bonita, y representa cosas muy importantes en mi vida… Allá en Colombia están muy contentos por esto, las noticias corren rápido y ya me llamaron a preguntarme de qué se trataba todo esto”, expresó la voz del tema “Déjame entrar”.
“Nuestra música jíbara es la misma semilla y es la misma gente… Éste ha sido un descubrimiento maravilloso para mí”, argumentó el vocalista, a quien le faltaron palabras para agradecer el homenaje.
El presidente del Senado, Kenneth McClintock, leyó la proclama, en la cual se jugaba con estribillos de sus canciones como fruta fresca y cantando y no hablando. “Usted no cantará muy bien, pero compone muy bien”, expresó jocosamente el artista.
“Estamos aquí para honrar a un hijo adoptado por nosotros. Ha cautivado el corazón de miles de puertorriqueños amantes de la música… Tiene muchos lazos que lo unen a nosotros los puertorriqueños no sólo porque sus hijos, Carlos Enrique y Lucía, tienen sangre de nuestra Sultana del Oeste”, dijo el senador para justificar el homenaje.
El reconocimiento surgió de la resolución 1309 del Senado, que fue presentada por Jorge de Castro Font, y tiene como coautores a los senadores Eugenio Hernández Mayoral y José Luis Dalmau, quienes no estuvieron presentes durante la actividad.
“Hemos decidido coger nuestro talento para expandir la música de nuestra tierra… Aunque no nos conocemos, eso nos une”, dijo Gary Núñez, líder de la agrupación Plena Libre, quien aprovechó la oportunidad para agasajar al cantautor con uno de sus discos.
La entrega de la proclama culminó cuando Plena Libre entró con panderos y güiros en mano al salón Mujeres Ilustres, donde improvisó con El Topo y el mismo Carlos Vives.