
Ataviado con ropa casual, a diferencia de la formalidad con que se le suele ver en el tribunal el, cuando suele lucir trajes oscuros, el intérprete confesó a PRIMERA HORA que “necesito terminar ya con esto para organizarme en mis cosas”.
“No soporto estar aquí. Esto me ha afectado mucho y a mi mamá (Toñita) también”, añadió el solista, sentado en una banca de la sala 207, quien arribó a la Isla en la madrugada del martes procedente de Nueva York, donde cumplió compromisos artísticos.
El creador de “Dale, Don, dale” fue arrestado en septiembre del año pasado al ser sorprendido presuntamente fumando marihuana, junto a Rafael Morillo Concepción y Luis Rodríguez Camacho, dentro de su guagua Hummer color blanca de 2004. También se alega que se encontró una pistola con el número de serie mutilado.
Como parte de la lectura de acusación, realizada ayer, martes, los abogados de la defensa, Joaquín Monserrate Matienzo y Edwin Prado, y el fiscal Edwin Rivera se reunieron en cámara con el juez a eso de las 9:45 de la mañana.
Una vez concluyó la reunión, el magistrado determinó que el juicio de Don Omar –que contará con cuatro paneles de jurado– se verá en conjunto con los otros dos acusados para “economía procesal”.
El juez Ramírez pautó el inicio del juicio en su fondo para el jueves 25 de agosto y la continuación para los días 22, 23, 26, 27 y 28 de septiembre, a las 8:30 de la mañana.
Además, concedió 30 días al letrado Monserrate Matienzo para descubrimiento de prueba. Así como también 20 días para someter cualquier moción que interese presentar como prueba, cuya discusión se ha señalado para el miércoles 10 de agosto de este año.
Se siente perseguido
Debido a que siente cierta persecución de las autoridades, William Omar Landrón –nombre de pila del rapero– reveló que para evitar problemas ha contratado a dos agentes certificados y armados que le acompañan a todas partes.
El vocalista de “Así soy” añadió que “ya no salgo a ningún sitio si no es con mis agentes para evitar que uno de los efectos del campo de seguridad de la Isla quiera propasarse porque yo no le aguanto nada a nadie”.
“Me siento perseguido y (los policías) me paran en todos sitios, la mayoría de las veces para pedirme autógrafos. A las 3:00 de la mañana, donde vivo, hay un guardia que me levanta con el biombo para pedirme autógrafos y yo estoy ya durmiendo, y cedo para evitar problemas”, sostiene.