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El Gran Combo en el cierre del ‘Día Nacional de la Salsa

Tota
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La salsa reafirmó su poderío como máxima manifestación musical de Puerto Rico colmando de emoción a los miles de fanáticos del género que se congregaron el domingo en el estadio “Roberto Clemente Walker”, de Carolina, para celebrar la vigésimo segunda edición del “Día Nacional de la Salsa”.

Fue una de las jornadas rítmicas más completas presenciadas en los últimos años y en la que se logró reunir a un buen escogido de la mejor representación salsera del país, en un acto en el que también se reconoció las aportaciones a la salsa del compositor Roberto Angleró y el maestro Tommy Olivencia.

Una de las gratas sorpresas en este festival salsero, que según cifras de la Policía Municipal de Carolina rodeaban los 30 mil asistentes, fue la presentación del grupo juvenil NG2, al mando de Gerardo Rivas y Norberto Vélez, quienes revalidaron como honrosos representantes de la nueva generación.

Los jóvenes músicos arribaron a la principal tarima salsera del país bien preparados y arrancaron su presentación con la interpretación de “Puerto Rico”, un viejo tema popularizado por Eddie Palmieri en voz de Ismael Quintana. De inmediato estimularon a los fanáticos a lanzarse a mover sus cuerpos con alegría y comodidad y bajo un candente sol que a poco andar se ocultó entre nubarrones, sin provocar lluvia.

La fuerza rítmica demostrada por NG2 –a la usanza de las viejas grandes agrupaciones– extasió a los salseros por la cadencia con que recorrieron su repertorio, en el que incluyeron las melodías “Quitémonos la ropa”, con un arreglo más potente al original, “La pared” y “Xiomara”. En este último se unió a la vocalización Camilo Azuquita, mientras el timbalero del grupo Raúl Rodríguez hizo alarde de su maravilloso talento.

Pasadas las 2:30 de la tarde subió a la tarima la orquesta La Primerísima de Tommy Olivencia, que gozó de la compañía de los cantantes Sammy González, Simón Pérez, Paquito Guzmán, Viti Ruiz, Paquito Acosta y Héctor Tricoche.

Fue uno de los momentos más recios de la tarde. La potencia musical de la agrupación, considerada en la grey salsera como “la escuelita”, dejó ardiendo el proscenio tras interpretar éxitos como “Fiesta de soneros”, “Trucutú”, “Doroteo”, “Evelio” y “Planté bandera”, en el que se unió el rapero Tego Calderón recibiendo el asentimiento de los fanáticos.

La música de Tommy Olivencia continuó con “Bambolea”, “Historia de un condenado”, “El negro chombo” y un medley en honor a Frankie Ruiz, que en voz de su hermano Viti Ruiz arrancó uno de los más efusivos aplausos de la tarde por la interpretación de “Que se mueran de envidia”, “Primero fui yo”, “Como una estrella”, “Como lo hace” y “Mujeres como tú”.

La parte final de la presentación del líder de La Primerísima concluyó con los temas “Lápiz de carmín”, “Lobo domesticado” y “No me tires la primera piedra”, luego de que los organizadores del “Día Nacional de la ssalsa” distinguieron con un merecido homenaje la trayectoria de Tommy Olivencia.

En una acto sorpresivo, la voz del animador Eddie Miró volvió a escucharse entre una multitud salsera anunciando el arribo, uno a uno, de los músicos de El Gran Combo de Puerto Rico.

Fue un momento de emoción que pasmó a los presentes. Mas el asombro desembocó en un mar de euforia cuando la principal agrupación salsera de la nación puertorriqueña sonó el primer acorde de “Guaguancó de El Gran Combo”, seguido de “El matrimonio”, “Hojas blancas” y “Timbalero”.

El intervalo musical del grupo comandado por Rafael Ithier fue seleccionado para honrar la aportación del compositor Roberto Angleró, un acto justo y loable por tratarse de una de las figuras que más éxitos han aportado a la salsa.

En el ocaso del día, la poderosa orquesta de don Quique y Papo Lucca, la Sonora Ponceña, hizo valer la autoridad que posee en el cancionero antillano.

Melodías como “Caprichosa”, “Vas por ahí”, “Borrachera”, “Ecue Baroni” y “Hachero pa’ un palo” agitaron la nutrida concurrencia, marcando el ritmo a los bailadores con el sabor indiscutible que les caracteriza.

La Sonora Ponceña habilitó, además, el segundo momento de fusión del concierto cuando el rapero Julio Voltio se unió a la agrupación para cantar “Hachero pa’ un palo”, con una celebrada acogida.

El tono fuerte y cadencioso que dominaba la velada continuó su paso con el arribo de la orquesta de Bobby Valentín, que interpretó “Que si pienso en ti”, “Zafa diablo”, “Son chararí”, “Linda Teresa”, “Ramo de flores” y “Soy boricua”.

En esta ocasión, las voces de Harold Montañez y Héctor Iván Rivera, los cantantes base de la agrupación, se unieron a los veteranos Luigi Texidor y Luisito Carrión.

Asimismo, el trovador Andrés Jiménez cautivó a los fanáticos con su vocalización de “Soy boricua”, para la que desplegó su arte de trovador con décimas para Roberto Angleró y Tommy Olivencia.

Una de las sorpresas del “Día Nacional de la Salsa” se reservó para reconocer la trayectoria del cantante Ismael Miranda, en un acto que condujo la fundación “Ismael Rivera”.

Es la primera vez que se otorga ese distintivo a un artista del país y sus promotores esperan continuar con la gesta todos los años, aprovechando la tarima del festival salsero de Z-93.

En agradecimiento, el denominado “Niño Bonito de la Salsa” interpretó “El nazareno”, junto a Moncho Rivera, sobrino de Ismael Rivera, y el rapero Tego Calderón con el acompañamiento de una poderosa orquesta dirigida por Louis García, que fue, a su vez, la misma batería sonora que escoltó la participación de Oscar D’León, en la parte final del evento que concluyó cerca de las 9:00 de la noche.

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