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Estremece a los boricuas Juanes

Tota
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Juanes no se confió ni un segundo antes de salir a escena; como había dicho a El Nuevo Día, “…no doy por sentado que mi presentación será exitosa”. Momentos antes de entrar en acción, el público que llenó el Coliseo José Miguel Agrelot la noche del sábado había delirado con el acto de apertura, por lo que la presión debió ser fuerte.

El concierto “Mi sangre” inició con una participación del cantante español Antonio Orozco, quien no demoró en calentar la audiencia. Su actuación fue breve, pero sustancial: interpretó tres canciones de su nuevo disco, El principio del comienzo; estrenó un tema que compuso dedicado al Viejo San Juan y concluyó con la que le abrió las puertas en este mercado, Devuélveme la vida. Acompañado por dos músicos, Orozco se ganó rápidamente la audiencia, que ya hacia el final de su participación hacía coro a su potente voz.

La aparición del cantante colombiano se produjo poco después a los acordes de Sueños, en medio de vítores de un público enardecido. Tres minutos y diez segundos después su rostro reflejaba la emoción de quien logra una proeza; y antes de concluir Nada, el segundo tema de la noche, llegó a su rostro una sonrisa de satisfacción. A partir de entonces todo fue puro gozo.

En la segunda parada de su gira internacional se topó con un público ansioso, demandante, pero Juanes lo conquistó sin problemas. Tejió todo un espectáculo musical con temas como Amame, No siento penas, Rosario Tijeras y Nada valgo sin tu amor, entre otras, de su nuevo álbum, así como otros de sus discos Fíjate bien y Un día normal, con los que dio muestra de su capacidad artística: composiciones de gran contenido y música excelente.

Juanes pasó sin problemas de la denuncia a la exhortación, del amor al desamor, de temas profundos a otros más livianos. El sonido fue descomunal, sus arreglos un tanto más “rockeados” y pesados que los que El Nuevo Día presenció en Perú, pero esto no opacó a un público que cantó a viva voz con él la gran mayoría del repertorio.

Aunque no era sorpresa, la aparición en escena de Ednita Nazario para acompañarlo en Fotografía fue uno de los grandes momentos de la velada. Ambos se complementaron vocalmente combinación resultó acertada pues los tonos de ambos en dicho tema resultaron similares. “Siéntete en tu casa, que éste es el mejor público del mundo”, le dijo Ednita a manera de anticipo.

Mala gente, Volverte a ver, Fíjate bien y Tu guardián (complementado con imágenes del sonograma de su hija Luna) fueron algunos de los temas que cantó antes de A Dios le pido, con la que anunció su despedida. Sin embargo, la gritería que retumbó el Coliseo le hizo salir de inmediato para un set final de cinco temas más.

“Señoras y señores, no tengo corazón ni suficiente sangre en el cuerpo para agradecerles esto. No lo puedo creer”, dijo como respuesta, antes de dar paso a Día lejano, Luna, La historia de Juan y Nada valgo sin tu amor, con la que se despidió de un público evidentemente satisfecho.

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