
La decisión del tribunal, firmada por el juez federal Jay A. García Gregory, desestimó todas las alegaciones del salsero que buscaban, ante todo, la rescisión del contrato y el cobro de regalías por las cuatro producciones que éste realizó para el sello discográfico entre los años 1986 y 1990.
En el reclamo legal se solicitaba el pago de $75 mil en regalías.
El reconocido artista, denominado “El Caballero de la Salsa”, también pretendía con esta demanda recuperar las cintas originales de los álbumes en litigio, lanzados al mercado bajo los títulos de “Good Vibrations”, “Keeping Cool”, “De amor y salsa” y “Salsa en movimiento”.
En la demanda presentada por Gilberto Santa Rosa, y suscrita por su abogado Roberto Sueiro, se reclamó que la titularidad de las producciones le pertenecía al cantante, sosteniendo el argumento en “ausencia de un contrato escrito” y ante el hecho de que, presuntamente, el artista fue quien las produjo.
Asimismo, el demandante se amparó en la Ley Lanham para implicar que Combo Records erró al omitir su nombre de las grabaciones.
La representación de la empresa discográfica, encabezada por el licenciado Juan Saavedra, solicitó al tribunal, en su momento, la desestimación de todos los alegatos del artista.
Tajante respuesta del tribunal
Las conclusiones emitidas por el juez Jay A. García Gregory son contundentes contra los reclamos de Gilberto Santa Rosa.
De plano, descartó las imputaciones de incumplimiento de contrato, las alegadas violaciones a la ley de derechos de autor, la solicitud de rescisión de contrato, el cobro de regalías y el reclamo de titularidad de las producciones.
En el escrito de ocho páginas, con fecha del 28 de junio de 2005, García Gregory desestimó las peticiones del artista porque éste no poseía copia de su contrato con Combo Records ni tampoco recordaba los detalles específicos de las estipulaciones de lo convenido entre las partes.
También indicó que el salsero no pudo explicar satisfactoriamente por qué esperó dos décadas para reclamar el pago de sus regalías y, aunque éste aseguró haberle preguntado al empresario en “numerosas” ocasiones, no pudo precisar “el número, los detalles y las fechas de esas ocurrencias”.
En torno a las alegaciones de que Combo Records violó disposiciones de la Ley Lanham (que aplica en casos en los que haya alteración en las marcas registradas de los productos), el magistrado indicó al demandante que “malentendió” la aplicabilidad de esa disposición, por lo que la desestimó.
REBOTE INMEDIATO
Con voz serena, el productor Ralph Cartagena declaró sentirse a gusto con la determinación del magistrado y confesó que era lo que esperaba.
“Yo soy una persona de fe y todo eso se lo he dejado a Dios. A Gilberto lo que hice fue ayudarlo y guiarlo en los primeros pasos de su carrera como solista cuando se fue de la orquesta de Willie Rosario y por una razón u otra no lo agradeció”, manifestó el empresario, en entrevista telefónica con PRIMERA HORA.
Sobre las alegaciones del veterano salsero dijo que se trataban de “necedades” y un acto “innecesario” porque “siempre he sido una persona accesible y con quien se puede conversar”.
Un elemento interesante en la decisión emitida por el juez Jay A. García Gregory es que podría establecer un precedente favorable para el empresario, pues aún queda por vislumbrarse el desenlace de la demanda incoada contra éste por el músico Rafael Ithier.
En este caso también se alegan violaciones a contrato, deudas por el pago de regalías y se solicita la titularidad de las 36 grabaciones manufacturadas por el referido sello discográfico.
“Todo esto es un plan que se trazaron los dos”, aseguró Ralph Cartagena, en alusión a Gilberto Santa Rosa y Rafael Ithier.
“Mi intención no es pelear, estoy para hacer cosas por la música, que es lo que he hecho toda mi vida. Pero fíjate qué coincidencia que primero me demanda Gilberto y luego Rafael Ithier. Todo el mundo sabe que ellos están trabajando juntos y Rafa, sobre todo, sabe que sus alegaciones no son necesarias porque él sabe bien el negocio que tenía conmigo pero, asesorado por su abogado, piensa que me va a quitar lo que es mío. Y (además) sabe que a él se le pagó bien (por los discos)”, acotó.
En este litigio las partes están representadas por los mismos abogados.
A pesar de ser inquirido por PRIMERA HORA, el licenciado Juan Saavedra se negó a opinar sobre el desenlace de este caso, mientras Roberto Sueiro no respondió las llamadas de este diario.