Hombre de pueblo el ‘Gallo Salsero’
Le dicen el ‘Gallo Salsero’, pero la realidad es que nunca ha castado un ejemplar ni ha invertido grandes sumas de dinero en el deporte del pico y las espuelas.
Tito, uno de los cantantes puertorriqueños de mayor exposición internacional, es un salsero que, a pesar de su éxito y fortuna, no ha perdido el contacto con la gente humilde de las barriadas pobres y los residenciales públicos del país.
Semejante afirmación la sustenta la exitosa y muy concurrida celebración de su trigésimo aniversario en la salsa. Trayectoria que abarca sus colaboraciones con Justo Betancourt & BorinCuba, Pedro Conga y la Orquesta Internacional y la Puerto Rican Power.
Una brillante carrera que sigue celebrando con el lanzamiento de Tradicional, su decimocuarta entrega como solista con Musical Productions.
“El compromiso siempre ha sido el mismo. El pueblo me ha seguido los pasos. Esas personas son las que compran los discos y van a los bailes, a las fiestas patronales y a actividades como mi aniversario”, dijo a El Nuevo Día.
En la tradición de voces como Ismael Rivera, Chamaco Ramírez, Héctor Lavoe y Frankie Ruiz, Tito afirma que, hoy por hoy, es el salsero de mayor sintonía y empatía con las masas populares.
No insulta a su público con palabras impublicables y mejor prefiere manifestarse con canciones como La gente dice, Sensual, Nadie es eterno, Amigo, Te lo pido Señor, Me lleva, El Gallo no olvida, Mi mamá y otras.
“Donde quiera que voy recibo el respaldo de los gordos y las flacas, los inválidos, las feas y los bonitos, grandes y chiquitos. Lo palpo siempre que llego a una tarima o cuando camino por ahí. La gente me respalda en las buenas y las malas y ya no me dicen Tito, sino ´dale pa´ bajo´, ´vete pa´ tu casa´ y ´claro bruto´”.
Tito, cuya residencia está localizada en el complejo turístico Palmas del Mar, no cree que los exponentes de un género como la salsa se deban ausentar de las tarimas populares y elevar sus tarifas.
“No me comparo con los otros colegas. Los respeto a todos, sobre todo a los que se han mantenido, como El Gran Combo, la Sonora Ponceña, Andy Montañez e Ismael Miranda, que son pueblo de verdad. Nunca tendré privacidad porque soy el mismo en la calle y en mi casa”, señala Tito, un coleccionista de bicicletas, instrumentos musicales y autos modelo Mercedes Benz y Mustang.
Consciente de que la misión de los cantantes de salsa es rescatar al género, Tito anunció que se presentará en concierto con su orquesta en la Placita de los Salseros en Villa Palmeras.
El salsero, cuya banda factura $8 mil por presentación, invitará a colegas como Gilberto Santa Rosa, Domingo Quiñones y Víctor Manuelle a que se unan al espectáculo cuya admisión será libre.
“No nos podemos alejar del pueblo. El señor Avelino Pozo, mi empresario en Nueva York, me dice que algunos van a México y van como solistas, sin sus músicos. Eso no es bueno para las plazas. Las están dañando porque los empresarios se acostumbran a que uno viaje solo, pero sin mi orquesta yo no viajo a ningún lado, excepto si voy a hacer un show de televisión o a una entrevista de televisión”, reveló Tito, cuya agenda en los próximos meses incluye viajes a Estados Unidos y Europa, en donde cantará en España, Italia y Alemania.
Por otro lado, los asuntos personales de Tito Rojas están en orden. El salsero es adoración con su primer nieto, Julián Yadiel y sus hijas Kisha y Jéssica, relacionista público de su carrera, la cual dirige su esposa Ivelisse.
En el pasado, hábitos relacionados al consumo de sustancias y licor afectaron su imagen y su salud. El artista asegura que ha neutralizado el uso de fármacos, a pesar de que a veces se siente deprimido. Ha controlado su presión arterial y su salud cardiovascular ha mejorado.
Tito Rojas no desea finalizar como Chamaco Ramírez, Héctor Lavoe o Frankie Ruiz.
“Estoy tranquilo. Me puedes ver. Sigo tratando. Lo hago por mi nieto y por mi mismo. A veces me ausentaba de mi casa y me metía en problemas. No es fácil, pero estoy más tranquilo, lo juro por Dios Santo. Quiero seguir así, aunque a veces el trabajo te lleva a utilizar ciertas cosas. Pero ahora mismo estoy limpio”.