
Por eso tienen razones de sobra para celebrar y desean hacerlo en grande con un espectáculo masivo en el que puedan reunir a la mayor cantidad de sus ex integrantes. Aunque el evento aún no tiene fecha, se espera que el ansiado reencuentro se dé a finales de este año.
Y es que desde sus inicios, en el 1984, Los Sabrosos han servido de escuela para muchos de los cantantes que hoy son reconocidos como solistas o vocalistas en otras orquestas, como es el caso de Manny Manuel, Joseph Fonseca y Arnaldo Vallellanes (La Nueva Patrulla 15), quienes formaron parte del éxito de la agrupación.
Curiosamente, el grupo -que inicialmente era una orquesta de salsa (Rumba 76)- se transformó debido a la merma que tuvo este género en los 80, cuando el merengue acaparó las ondas radiales del país. Su primer nombre fue El Sabor del Merengue, pero un año más tarde tuvieron que cambiarlo pues había otra agrupación que se llamaba igual. Así nacieron Los Sabrosos del Merengue, la primera orquesta local de merengue, que desde sus comienzos logró la aceptación del público con su acertada combinación de temas románticos y jocosos y su ritmo bailable.
La orquesta alcanzó su punto máximo en la década de los 90, con la entrada de un jovencito talentoso llamado Manuel Hernández, hoy conocido como Manny Manuel. Su voz encantó a la fanaticada del grupo con canciones que se convirtieron en clásicos del merengue como Fiera callada, Te amo, La chica de la escuela, Ya te olvidé y Cosas de enamorados, entre otras. Temas que todavía son fundamentales en el repertorio en vivo de Manny Manuel.
“Manny estuvo con Los Sabrosos hasta el 1995 y su salida fue un golpe bien difícil; como un golpe de estado. Ha sido una de las pruebas más fuertes que ha tenido que superar el grupo en toda su trayectoria, pero lo logramos con la entrada de Edward Padua, que pudo acoplarse al estilo romántico de Manny. La verdad es que Manny siempre fue una estrella y donde quiera que llegaba la gente era loca con él”, apuntó Yetzenia Rivera, actual propietaria de la orquesta.
También en los 90 llegó la internacionalización de Los Sabrosos, que llevó su música a Europa, Estados Unidos, y la cuna del merengue, República Dominicana, donde lograron colocar varios temas en el primer lugar de audiencia.
La llegada al grupo de Joseph Fonseca en el 1997 también marcó una época dorada para Los Sabrosos, quien luego de tres años en la orquesta y de anotarse éxitos como No lloraré y Escúchame, se lanzó como solista.
Para Carlos Javier Ortiz, quien lleva 13 como cantante en Los Sabrosos, el éxito del grupo radica en su habilidad para renovarse según las exigencias de cada época.
“Los Sabrosos han logrado consolidar su nombre y cuentan con una buena reputación gracias a la cantidad de buenos cantantes que han pasado por aquí. Así que la gente ya espera ver qué es lo nuevo que traemos, quién será el que viene a sustituir al que se va, y algo que podría ser negativo se ha transformado en algo positivo para el grupo. Nuestra imagen se ha ido modernizando y siempre hemos sido innovadores en cuanto a nuestro estilo”.
Aparte de las nuevas caras que conforman el frente de la orquesta -que en el 2000 se rebautizó como Los Nuevos Sabrosos- Yetzenia explica que la música también se ha ido adaptando a los gustos del público.
“Con el cambio de nombre también vino la incursión de otros géneros en los discos. Comenzaron a grabar salsa, baladas, rock en español y en el disco más reciente, Fiesta pa’l pueblo, han incluido hasta reggaetón. Esto surge de la misma inquietud del público que en las presentaciones en vivo les pedían otro tipo de música”.
Los actuales integrantes de Los Nuevos Sabrosos -que esta noche participan en el concierto de Toño Rosario en el Coliseo Roberto Clemente- son Carlos Javier Ortiz, Albert Torres, Jonathan Pérez y Mike Rivera, quienes se han encargado de mantener la esencia del grupo.
“El concepto sigue siendo bailable, con una nota jocosa y también con lo romántico. La base es el merengue, pero ahora cantamos de todo, porque eso es lo que pide nuestro público. Gracias a Dios, nosotros no hemos sentido la alegada crisis en el merengue, que es únicamente a nivel de difusión radial, porque estamos establecidos y trabajamos todo el año”, concluyó Carlos Alberto.