
Quienes no se quedaron en los barrios echándose agua, se la fueron a gozar toda al Rumbódromo habilitado en el Colegio Inem Francisco José de Caldas e instalado a las tres de la tarde por el Alcalde de Popayán, Víctor Libardo Ramírez.
El Mandatario local subió emotivo a la tarima en la que tocaban en ese momento ‘Los Magníficos’ una agrupación de Santander de Quilichao; saludó a los cerca de 800 espectadores que se encontraban a esa hora en el lugar y pidió al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Popayán “agüita para mi gente”.
Con un gigantesco ‘baño’ se ‘prendió la rumba’ y el Alcalde dio por instalado ese espacio. Acto seguido habló el Gerente de la Industria de Licores del Cauca, Jesús Ancizar Calvo, quien pidió a los payaneses “disfrutar con cultura” de la fiesta.
Llamado que atendieron los ciudadanos aposentados en el lugar y los que fueron llegando con el transcurrir de la tarde.
El Rumbódromo, con cupo para unas 20 mil personas, se colmó por completo y los payaneses bailaron al ritmo de ‘Los Magníficos’, ‘Clase Aparte’, ‘Charanga Nueva York’ y el ‘Cuarteto Imperial’ y remataron con ‘El Charrito Negro’.
Familiaridad
El común denominador en la Fiesta de Negritos en el Rumbódromo fue la participación de los payaneses en compañía de sus familias.
En el terreno que hace las veces de pista era común observar grupos numerosos que se tiraban talco, bombas de agua y se pintaban la cara y el cuerpo en general con pinturas rojas, amarillas, azules y claro está negras.
La unión trascendió, varios grupos de vecinos decidieron pasar la fiesta juntos y se volcaron en masa al Rumbódromo como el caso de las manzanas I II y III del barrio Tomás Cipriano de Mosquera y algunos moradores del barrio Alfonso López.
Según los habitantes de las manzanas del barrio Tomás Cipriano de Mosquera esta forma de celebrar se ha ido institucionalizando y cada año ya es claro que se van a rumbear juntos.
“Los mayores ya saben que en carnavales ellos nos cuidan los hijos mientras los jóvenes nos venimos a rumbear”.
Calma
Peleas que los asistentes repudiaron gritando al unísono “fuera” y que los efectivos del Departamento de Policía Cauca controlaron sin mayor dificultad.
La calma también se notó en la manera de jugar.
El grueso de la gente se untó la pintura sin agredir a los demás, evitando quejas frecuentes en estas celebraciones.
Claro que los asistentes al Rumbódromo no respetaron a auxiliares de Policía, a los bomberos, ni a un perro que deambulaba por el sitio, terminaron con la cara pintada, con talco y hasta mojados.
Bomberos
El agua corrió por cuenta del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Popayán. El organismo de socorro se lució con la distribución del líquido, respondiendo al llamado continúo de los asistentes que le solicitaban el agua.
Hasta bolsas le ayudaron a llenar a los presentes, alcahuetearon a los grupos mojando a quienes les ponían al frente y repartieron sin dar muestras de cansancio tanto con mangueras como directamente de la máquina extintora M 3 el agua a todos.
Para los asistentes definitivamente la reina de la fiesta fue el agua, que les sirvió para jugar, refrescarse y limpiarse la pintura a la vez.
Percepción que compartió el Alcalde de Popayán, quien aprovechó el evento para recordar a los ciudadanos que durante estos Carnavales no se suspenderá el servicio.
Chiva de la Carta Ciudadana
El Gabinete municipal se gozó la Fiesta de los Negritos en una tradicional chiva. En el automotor los funcionarios públicos realizaron un recorrido por los barrios de la ciudad para compartir con los habitantes de la celebración.
El recorrido no sólo fue de acercamiento con la comunidad, también sirvió para vigilar que los payaneses estuvieran no estuvieran violentando los hidrantes.
Según el Alcalde Municipal, hasta las cuatro de la tarde de ayer sólo habían detectado hidrantes violentados en el barrio Camilo Torres.