
Fue la antesala del primer festival “Nos Toca: el futuro de la salsa”, que a partir de mañana y hasta el domingo 20 de marzo se celebrará en el Niuyorrican Café.
Allí cantaron Quítate tú en un gran gesto de camaradería y compañerismo.
Luego, en la declaración conjunta del evento que producirá Juanra Fernández, los artistas afirmaron que, de cara al futuro, a la nueva generación le corresponde la responsabilidad de renovar y revitalizar la salsa.
Con carácter de exclusividad para El Nuevo Día, parte del personal de las bandas Aqua Beat, Mo’ Guajiro, N’Klabe, NG2 y La PVC analizaron en una mesa redonda el “S.O.S. de la salsa” lanzado por este diario y formularon sugerencias y posibles estrategias para fortalecer la expresión.
A la mesa redonda se unieron los jóvenes cantantes Pedro Jesús y José Ernesto, de Musical Productions; y en ocasiones Moncho Arriaga, propietario del San Juan Chateau, y el productor Edgardo Barreras, quienes se expresaron en torno a la situación de los salones de baile y lo difícil que resulta para los nuevos salseros colocar sus canciones en la radio.
Todos coincidieron en que los exponentes de la salsa contemporánea necesitan el respaldo de la radio, porque es un derroche de talento y dinero grabar uno u dos discos sin garantías de difusión.
“La radio debe perder el miedo a tocar salsa nueva. Los programadores deben dejar los prejuicios”, dijo el cantautor Pedro Jesús, quien promueve el disco Pa’l bailador.
Con la excepción de Cheíto Quiñones Jr., quien produjo un demo que, por su originalidad y frescura podría revolucionar la salsa, el resto de los talentos han grabado discos.
Sin embargo, a La PVC, N’Klabe, NG2, Mo’ Guajiro, José Ernesto y Pedro Jesús les ha resultado muy difícil que las emisoras difundan los álbumes Olvídate del resto, Salsa contra viento y marea, Comienzos, Paciencia, Así es la vida y Pa’l bailador, respectivamente.
Sus álbumes, en su mayor parte, son producciones independientes de indiscutible calidad que no pueden mercadear por la falta de presupuesto.
“Hace falta dinero, apoyo monetario de alguna empresa. Cualquier producto depende de la publicidad y de la inversión de una gran cantidad de dinero”, señaló Gustavo Castrodad, de La PVC.
Denunciaron que las grandes cadenas han limitado la difusión de la salsa a cinco o seis espacios diarios, los cuales con regularidad son reservados para talentos de la popularidad de Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle, Marc Anthony, Tito Nieves, Tito Rojas, ‘El Canario’ y Domingo Quiñones.
“Esperé un año para que me tocaran en la radio, aparte de que he tocado de gratis para muchas emisoras. Pero si es decepcionante no sonar, más triste es sonar y no encontrar dónde tocar”, lamentó José Ernesto.
Fanáticos de NG2 han telefoneado a las emisoras solicitando sus canciones y los locutores les han dicho que no tienen el disco.
“Mi hermana ha llamado a varias emisoras y lo pide, pero le dicen que no lo tienen. Hace unos meses hicimos un evento de gratis para una emisora y todavía no nos han tocado el disco”, denunció Norberto, de NG2.
Su compañero Gerardito Rivas reveló que algunos programadores pretenden dictar pautas en la producción de sus álbumes. “No podemos hacer discos para los programadores. Es inaceptable que te sugieran que debes quitar o añadir instrumentos o cuánta duración deben tener los números”.
Los nuevos talentos de la salsa también urgen por oportunidades en eventos masivos y bailes. Señalan que las orquestas establecidas no muchas veces aceptan alternar y compartir tarimas con la sangre joven.
“Los grandes maestros no quieren tocar con ellos, esa es la realidad”, aseguró Moncho Arriaga al comprometerse a presentar un baile en San Juan Chateau con La PVC, N’Klabe y NG2.
Los muchachos también reclaman participación en eventos masivos como el Día Nacional de la Salsa. Un primer paso en esa dirección es la oportunidad que Pedro Arroyo y Z-93 le ofrecieron este año a NG2.
“Sólo necesitamos tocar para que el pueblo juzgue”, dijo José Ernesto.
La salsa, ciertamente, ha sido la expresión sociocultural que más ha identificado a Puerto Rico alrededor del mundo. Luego de que en las décadas del 50 y 60 Tito Puente, Machito, Tito Rodríguez y otros dominaran la escena, la industria acogió las propuestas de nuevos talentos como Willie Colón, Richie Ray, Frankie Dante, Lebrón Brothers y otros. En ese entonces la música disco no pudo desplazar a la salsa.
Hoy, sin embargo, la salsa sucumbe ante el reggaetón, género que se ha apoderado de la industria. Aún así los artistas entrevistados dificultan que pueda alcanzar la longevidad de la salsa.
“Antes era ‘fuego a la jicotea’ y ahora es ‘a ella le gusta la gasolina’. Es lo mismo, con la diferencia de que la salsa lleva 60 años y nos identifica como pueblo”, sostuvo Félix Torres, de N’Klabe.
Para contrarrestar el impacto del reggaetón, la salsa debe reanudar su contacto con la calle.
“Nos hemos olvidado de cantarle a la vida, a las flores y al pueblo. ¿Qué ha pasado con los Pablos Pueblos? ¿Qué ha pasado con los temas sociales que cantaban Cheo y Rubén?”, preguntó José Ernesto.
La salsa es un sentimiento y sin sensibilidad es imposible establecer empatía con el pueblo.
“Hay que tener calle, hay que vivir, llorar, sufrir y amar; todo eso se traducirá en un sonido diferente”, afirmó Cheíto Quiñones, de Aqua Beat.
La fusión de la salsa con el reggaetón es una alternativa, aunque hubo consenso -como señaló Ahmed Irizarry, de La PVC- en términos de que necesariamente no se trata de invitar a Don Omar o a Tego Calderón a grabar con La PVC, N’Klabe o NG2.
“Juntos, pero no revueltos. No es que llamemos a Yankee o a Noriega para que nos hagan una pista. Nosotros estamos dispuestos a colaborar con ellos, pero si cantan al compás del ritmo del timbal”, dijo Félix, de N’Klabe.
Por lo pronto, el festival “Nos Toca: el futuro de la salsa” es el primer paso que emprenden en pro del rescate de la salsa del S.O.S.
Desde mañana y hasta el próximo domingo, Día de la Salsa en Puerto Rico, según decreto del Departamento de Estado, Aqua Beat, Mo’ Guajiro, N’Klabe, NG2 y La PVC le demostrarán al bailador y a la afición salsera del País que, a su estilo, son capaces de tocar tan sabroso como El Gran Combo y la Sonora Ponceña.