
Con “Conciencia”, el intérprete comenzó la noche del viernes la presentación que se llevó a cabo en el Club Tropicoro del hotel El San Juan en Isla Verde.
“Si pensaba que yo iba a contar cosas así muy personal, se embarcó. No voy a decir nada de eso. Me encanta la nostalgia, me encanta recordar”, dijo “El Caballero de la Salsa” sobre el título del recital, “Gilberto Santa Rosa, muy personal”, que se refirió más bien a los temas preferidos del cantante.
Como parte de la celebración de sus 30 años de carrera musical, se dedicó a cantar lo que más le gusta de su música y de otros exponentes, que van desde la salsa, el bolero y hasta el rock de Chucho Avellanet.
Esa pasión lo obligó así a invitar al escenario a Chucho Avellanet cuando se disponía a vocalizar su popular canción “Se acabó”.
El resultado casi le cuesta el show, pues la gente quedó encantada con la interpretación del veterano cantante, tal y como disfrutaron de la participación de su corista, Gino Ramírez, que interactuó toda la noche con Santa Rosa, provocando momentos sumamente cómicos.
El público rió igual en el dueto entre Gilberto y la merenguera Gisselle, que recordaba al popular dúo argentino Pimpinela.
Para recalcar el estilo “muy personal”, el repertorio incluyó “Los rosales” y “Como sube la gasolina”, de sus comienzos en la música; “Amor por ti”, de Pellín Rodríguez –uno de sus ídolos– y un popurrí de El Gran Combo de Puerto Rico, agrupación a la que reitera siempre quiso pertenecer.
Acompañado por una copa de vino tinto, el salsero recordó también cómo los comerciales y programas de televisión influyeron en sus inicios en la carrera artística.
“Son cosas de la televisión que cuando yo estaba muchacho me encantaban, me marcaron. Ése era mi contacto con la música”, expresó antes de vocalizar estribillos de los programas “El show de Vigoreaux”, “Los alegres 3” y “Tío Nobel”, de los cuales tiene en su memoria el día y la hora exacta de su emisión.
La audiencia no tuvo que seguir la tradición de pedir “otra y otra” canción, sino que Gilberto Santa Rosa los complació por tres horas y sazonó el espectáculo no sólo con salsa, sino también con las cómicas historias de sus experiencias en las orquestas de Mario Ortiz, Willie Rosario y del fenecido Tommy Olivencia, a quien honró con un fuerte aplauso.
Su recorrido personal, no obstante, no incluyó aspectos íntimos como su relación con la actriz Alexandra Malagón, quien presenció la velada, al igual que sus padres Gilberto y Ana María, y algunas personalidades como Papo Rosario de El Gran Combo, Marilyn Pupo, Wilnelia Merced, “Doña Vianda” y Walbert Matos.
Temas como “Miénteme”, “Mentira”, “Niña” y “Si te dijeron” convirtieron a “Gilberto Santa Rosa, muy personal” en una romántica bohemia, pero el cantante no pudo dejar ir a sus seguidores sin ponerlos a bailar con rítmicas canciones como “No me dejes solo”, “Vino tinto” y “Vivir si ella”.
“Las canciones tristes siempre se pegan más que las alegres. Yo tengo muy pocas canciones alegres que se han pegado”, anotó Gilberto Santa Rosa, quien repetirá esta experiencia el próximo fin de semana en el mismo escenario.