
Su interpretación del tema Por la herida de un amor fue una de las más aplaudidas de la velada, en la que el “Caballero de la Salsa” hizo gala de su don para el soneo, además de presentar una original coreografía que diseñó junto al coreógrafo puertorriqueño Tito Ortos, según explicó a El Nuevo Día en entrevista telefónica desde Nueva York, donde ayer tendría una presentación artística.
“Quería mostrarle a la gente que no es del Caribe un poco de la dinámica de nuestra música, en la que el baile es esencial. Así se nos ocurrió la idea de hacer un orquesta con bailarines y lo curioso es que la mayoría de ellos en realidad son músicos. La dama que bailó conmigo es una amiga de muchos años, que es una mujer encantadora y una bailadora de las bravas. Fue una estampa simpatiquísima, y que no dependía de elementos tecnológicos que siempre me da miedo que no funcionen”, expresó Santa Rosa.
En cuanto a los soneos, en los que utilizó los nombres de algunos de sus colegas presentes en el evento, indicó que buscó resaltar a los artistas boricuas “de los que me siento bien orgulloso y era una forma de celebrar con ellos”.
Gilberto ya se toma a broma el hecho de resultar vencedor en este tipo de premiaciones, a pesar de que en este caso contaba con dos nominaciones en la categoría de Álbum Tropical del Año, Dúo o Grupo, por sus discos con Víctor Manuelle y El Gran Combo, respectivamente.
“No quiero que me dañen el invicto”, bromeó. “En realidad me encantó que dos proyectos tan especiales estuvieran nominados. Y no me sentí desilucionado, por el contrario celebré el éxito de Aventura, porque ellos también han trabajado duro y se lo merecen. Para mí es prioridad el poder actuar en eventos de esta difusión y representar la salsa, porque nuestro género tiene trayectoria”.
Por otra parte, Santa Rosa se mostró complacido de que sus colegas puertorriqueños hayan expresado durante la premiación su sentir respecto a la crisis financiera que vive la Isla.
“Fue un acto de solidaridad genuino, porque el hecho de que no estuviéramos allá (en Puerto Rico), no quiere decir que fuéramos indiferentes a lo que está pasando. Todos estamos preocupados por nuestro País. Nuestros líderes políticos tienen que tomar conciencia de que fueron electos para dirigir a el País más allá de banderas partidistas. Para eso hace falta mucha madurez, que es de lo que adolecen estos líderes. Y Puerto Rico tiene que mirar de cerca este comportamiento para que tenga más responsabilidad a la hora de votar”, concluyó.