
Haciendo las veces de directora junto al español Jaime de Laiguana, Shakira cantó sentada en un banquillo acompañada del pianista Albert Méndez.
Previo a la grabación, la cantante le advirtió a los miles de mexicanos que acudieron a sus presentaciones del sábado y el domingo que tenían que ayudarle a cantar.
Shakira inclinó su micrófono hacia el público en varias ocasiones para que cumplieran su parte del trato, y la gente respondió no sólo con su voz, sino también con sus encendedores y las luces de sus celulares creando una atmósfera especial.
Tres cámaras tomaron varios ángulos de la artista y el público durante las dos presentaciones, y las imágenes se mezclarán para ofrecer el producto final.
A Shakira todavía le faltan dos presentaciones en la capital, así como una en Monterrey y otra en Guadalajara antes de continuar con su gira “Fijación Oral” por Latinoamérica.