
Pero fueron sólo esos instantes de cercanía con sus restos los que albergaron dolor porque, en la Funeraria Ehret, en Río Piedras, se confundieron los famosos con los seguidores en una alegre tertulia que ponía de manifiesto la sencillez y don de pueblo del fallecido director de la orquesta La Primerísima.
“Qué bueno haber conocido a un hombre tan humilde, un visionario que puso su gran grano de arena en nuestra música nacional: la salsa”, expresó a este diario Choco Orta sobre quien fue guía musical de Gilberto Santa Rosa, Lalo Rodríguez y Frankie Ruiz.
Iguales a las de ella fueron las dos lágrimas que brotaron de los ojos de Simón Pérez, Héctor Tricoche y Sammy “El Rolo” González, cantantes de La Primerísima, al observar inerte el rostro de Tommy Olivencia.
Momentos después, no obstante, accedieron a formar una amena tertulia para compartir anécdotas con los fanáticos.
“De todos los que yo he visto, éste ha sido el más concurrido”, indicó Jesús Pimentel, recepcionista de Ehret, al comparar este velatorio con el de Ray Barretto.
“Marcó nuestras vidas. Vivimos la gloria en un tiempo en que había mucha piratería, y él siguió siempre siendo muy honesto”, apuntó “El Rolo”, a quien le bajó la azúcar por momentos, causa por la que murió repentinamente Tommy Olivencia el viernes pasado.
Lo rodeaban cientos –casi miles– de niños, jóvenes y adultos que entonaban el tema “Evelio”. Lo mismo Melvin Berríos, de 19 años, que Irma Iris Díaz, de 69, recuerdan a La Primerísima en las fiestas patronales y entienden que era “obligado” ir a despedirse de este “hacedor de grandes”, como lo llamó Luis “Perico” Ortiz.
Tanto así que, cuando Paquito Guzmán buscaba un hueco desde donde ver las diapositivas sobre su carrera junto a Tommy Olivencia, tropezó con la reguetonera Fransheska. De inmediato, le dio un beso en la frente y le echó la bendición.
Y es que el vocalista es su padrino de bautismo, y Tommy Olivencia era como su tío, narró.
“Mi papá fue su pianista como por 17 años. Él era como mi tío, me vio crecer, aprendí con ellos el amor a la salsa”, expresó la hija de Frank Revilla, quien murió de cáncer, por lo que “podrán hacer un rumbón en el cielo”.
En ese momento llegaron Tony Vega y el director y arreglista Elías Lopés. “Era un ser que vivía con gozo. Queda en la nueva generación preservar su legado”, balbuceó un triste Tony Vega.
De pronto, del bullicio surgió Roberto Roena para añadir que “su sonido siempre fue y será una escuela”, mientras que su colega Willie Rosario se confesaba “eternamente agradecido porque él fue quien me ayudó a formar mi orquesta en Puerto Rico”.
Con Víctor Santos y varios bailadores que también se dieron cita, regresaron al lado de las hermanas Olivencia, que acomodaban las flores y recibían los repetidos pésames.
Los restos del músico permanecerán en la Funeraria Ehret hasta mañana, miércoles, cuando a las 9:00 de la mañana pasarán a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Villa Palmeras, donde habrá una misa a las 10:00. Luego, los llevarán a la Placita de los Salseros, donde habrá una presentación de varios de los músicos y cantantes que han sido parte de La Primerísima.
De ahí, partirá al cementerio de Villa Palmeras para ser sepultado.