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Carlos Vives En El Hard Rock Live De Hollywood.

Tota
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Carlos Vives sudó la ”gota fría” durante su recital el jueves en el anfiteatro Hard Rock Live del complejo Seminole Hard Rock en Hollywood, marcando un regreso triunfal a la Florida.

”Los indios nos prestaron su casa y vamos a hacer una buena parranda”, prometió el cantautor, excediendo las expectativas de los miles de fanáticos que abarrotaron el colosal local.

Durante las más de dos horas que alegró el escenario, el cantautor entabló un cálido diálogo con sus fans, celebrando sus mil colores y acentos y trazando puentes entre las diversas nacionalidades presentes. En broma, Vives aseguró que las arepas colombianas eran tan deliciosas como las venezolanas y los guajiros cubanos no eran tan diferentes a los de la Guajira colombiana.

”Gracias por permitirme regresar a traerles este mensaje de hermandad entre los pueblos que es mi música”, dijo antes de cantar Décimas del parecido.

”Se parece el mango al jobo/ papayuela y fruta bomba/ la guama a la cañandonga/ tamarindo y algarrobo… y la ciudad de Neworlín se parece a Barranquilla”, pregonan sus jocosos versos.

Recordando el paso de Katrina por esta mágica ciudad, Vives reflexionó: “Pasó el huracán y se llevó los techos, las casas… pero la alegría quedó intacta en Nueva Orleans”.

Con el pelo corto, unas libritas de menos y ataviado con un desteñido pantalón y camiseta azul con el símbolo de la paz grabado, el colombiano mantuvo al auditorio de pie bailando al son de favoritos como Carito. Enérgico y feliz, no paró de brincar y derrochar buena energía, enviando a la audiencia ”un fuerte abrazo desde la sierra nevada de Santa Marta”, su pueblo de origen. Uno de los momentos más conmovedores fue cuando su hija Lucía, de 11 años, subió al escenario, acompañada de su amiga Daniela y ambas bailaron junto a Vives La fruta fresca.

”¿Y tú qué haces despierta a esta hora?”, la regañó en broma, para luego dedicarle el verso: ”que tú eres mi consentida/ la niñita de mis ojos/ la que me endulza la vida/ la que calma mis enojos”, y besarle cariñosamente la cabeza. La pequeña, nada tímida, levantó las manos, moviéndolas lado a lado y alentó a la audiencia a hacer lo mismo, generando oleadas mientras Vives le cantaba La cartera: “Quisiera darte mi niña un viaje a la luna/ que todo aquello que anhelas pudiera ser/ y ser tu rayo de luz en la noche oscura/ que tengas lo que yo nunca pude tener”.

También homenajeó a su corista Mayté Montero al cantarle, de rodillas, el coro de Pa Mayté ”Mírala/ mírala que linda es/ se le ve/ se le ve yo no sé qué/ no sé qué/ no sé qué tiene Mayté” y llamarla la ”primera dama de La Provincia”, agrupación musical que lo acompaña desde la década de 1990. Músicos virtuosos como su acordeonista Egidio Cuadrado han sido clave en el boom que generó su innovadora fusión de vallenato, pop y rock, hoy difundida por discípulos como Fonseca.

Temas más románticos como Tu amor eterno unieron unas pulgadas más a las parejas presentes, entre ellos a una embarazada y su esposo, quien bailó abrazado a ella acariciando su panza. ”Va a ser fan del vallenato”, bromeó él, refiriéndose a su hijo por nacer.

Tras despedirse con Como tú, el colombiano regresó al escenario emocionado por una masiva ovación y complació a sus fans con La gota fría, tema que lo catapultó a la fama internacional en 1994. Vives cerró el espectáculo enviando el cariño del público a sus maestros, aquellos viejitos de su pueblo que aunque nunca han salido en revistas ni en televisión, ni viajado fuera de Santa Marta, llevan el vallenato en su alma.•

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