Gran Celebración de la orquesta La Selecta en sus 35 Años
El contenido del concierto giró alrededor de 14 éxitos representativos de las temáticas que han tocado las composiciones de Raphy Leavitt, creador y director de La Selecta desde 1971.
La crítica social estuvo presente en los temas “Soldado” y “Amor y Paz”; mientras el amor a la patria y a sus costumbres se dejó ver en “Jíbaro soy”, “Café colao” y “Somos el son”.
Los temas románticos se escucharon en “Payaso” y los clásicos boleros “Te equivocaste” y “Dueña y señora”; y el aspecto religioso también apareció en “El buen pastor”.
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Como no podían faltar los temas jocosos y pueblerinos, para complementar la velada, se incluyeron clásicos como “Cosquillita”, “La guiñaíta”, “La cuica” y “Siempre alegre”.
El repertorio se completó con el mayor clásico de la orquesta en toda su trayectoria: “La cuna blanca”.
El libreto, original de Raphy Leavitt, ofreció segmentos dramáticos como introducciones a algunos temas.
El actor René Monclova y el narrador David Ortiz Angleró aportaron de forma positiva al contenido del espectáculo. Ambos, junto a los demás artistas invitados, resultaron ser elementos atractivos de la noche.
La primera ovación de pie se la ganó el violinista Mariano Morales, quien ofreció un excelente solo en la charanga para “Cosquillita”, un éxito de La Selecta de 1978 y que originalmente cantaba Tony Vega.
El soneo jocoso y vivaracho lo puso nuevamente Carlitos Ramírez, ex cantante de la orquesta, quien participó como invitado entonando sus éxitos “La guiñaíta” y “La cuica”.
La aportación del cuatrista invitado, Eligio “Prodigio” Claudio, fue muy acertada, tanto en los preludios como en los acompañamientos.
El cuerpo de baile de Unique Style Dance Studio cumplió su cometido, aunque se les pudo haber sacado mejor provecho. Su montaje en “La cuica” fue el mejor de la velada.
En cuanto a los músicos, la banda ofreció, como de costumbre, excelentes interpretaciones, como la de la sección de vientos, que se escuchó fuerte y claro, y en la que se destacaron, especialmente, los trombones.
La percusión, sin embargo, fue el toque que se robó el espectáculo, específicamente en el tema “Soldado”.
El timbalero ponceño Japhet Rodríguez ofreció el mejor solo de la noche y le ganó otra de las ovaciones de pie que ofreció el público, que llenó la Sala de Festivales del CBA. El bongocero Roberto Archilla y el conguero Kevin Vega también mostraron efectivamente su talento.
Los coros estuvieron a cargo de Darvel García, Josué Rosado, Henry Santiago y Tony Rivas.
El concierto del viernes fue un reflejo de lo que ha sido La Selecta por 35 años: una orquesta sin ínfulas de grandeza, sin necesidad de grabar discos anualmente para mantenerse en el gusto del pueblo, pero con los ingredientes necesarios para quererla escuchar por muchos años más.
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