“Todavía no puedo creerlo”, dice la afamada intérprete mientras muestra a PRIMERA HORA las fotografías que fueron tomadas el 3 de febrero pasado en la sala de partos de un hospital en Nueva Jersey, mientras su nuera, Maggie Torres, alumbraba a Mia Milliana.
“Fue una emoción tremenda. Yo estuve en el parto como coach”, expresa la famosa cantante dominicana.
Durante su largo matrimonio con Rafael, fallecido hace ya diez años, Milly Quezada soñó con tener una niña y hasta el nombre le había seleccionado. Fue así que buscando la “chancleta” se convirtió en madre de tres varones: Miguel, Anthony y Rafael Jesús.
Esta recién estrenada abuela, quien asegura que será lo más alcahueta que pueda, narra que mientras su nuera estaba embarazada, el padre de la criatura, quien también es músico, le ponía canciones a la barriga de su esposa.
“Durante todo ese periodo, mi hijo me decía que cuando naciera la criatura le iba a cantar la canción de Michael Jackson que se titula ‘I’ll Be There’. Pero cuando llegó el momento de los pujos yo le decía: ‘Cántale, Miguelito, cántale’. Pero él estaba nervioso y mudo por completo. ‘¿Que le cante qué?’, me contestó. Y yo, que estaba tan nerviosa como él, no se me ocurrió otra cosa mejor que cantarle Happy Birthday. Pero cuando llegué al nombre, les pregunté que cómo se llamaba la niña. Entonces Maggie le pidió a mi hijo que me dijera cómo se llamaba la bebé. Cuando escuché el nombre de Mia Milliana me quedé en shock. A las pocas horas me despedí, pues al día siguiente debía viajar bien temprano para Puerto Rico. Y cuando llegué al parking del hospital rompí a llorar como una pequeña y no podía parar”, relata Milly Quezada para luego explicarnos que el nombre de Milliana es uno compuesto con el suyo y de la abuela de su difunto esposo, que se llamaba Ana.
La bebé, según la famosa merenguera, se parece tanto a su hijo como a su nuera, una joven puertorriqueña. Pero Milly está segura de que ella también dejó su huella.
“Por la forma en que reacciona con sus manitas al escuchar música, indiscutiblemente tiene la vena musical de la abuela. Tan pronto como pueda, la pongo a cantar merengue”, concluye.