
“Esto es una locura, pero es totalmente adictivo. Hacer una gira como esta, ‘on the road’, como dicen los anglos, es la mejor forma que conozco de hacerla. Y aunque no lo parezca, hay un orden dentro de todo esto, porque es indispensable seguir un itinerario para que el trabajo salga como tiene que ser. El espectáculo no sólo depende de mí, sino de todo un equipo que viaja conmigo en una caravana de camiones de ciudad en ciudad”, explicó Ricky en entrevista exclusiva con El Nuevo Día Domingo.
Gira Blanco y Negro
La mayoría de los conciertos de Ricky en Europa son corridos, excepto algunas semanas en donde tiene un día libre, tiempo que le toma viajar por carretera entre las ciudades más distantes. Por eso, para el artista es indispensable mantener su condición física en estado óptimo.
“Finalmente, me he dado cuenta de que tengo que tratar mi cuerpo como el de un atleta, algo que no hacía hace unos cuantos años. Dentro de mi espectáculo hago gimnasia, arte marcial, subo y bajo andamios, así que tengo que cuidar mucho mi espalda, porque tengo mis discos lastimados y hace un mes tuve una recaída. Por eso ando siempre con un terapista físico que está constantemente cuidándome, porque a la verdad es que cuando me trepo al escenario a mí se me olvida todo eso y salto como un nene chiquito. Él (terapista) es como mi consciencia”, dice el cantante de 35 años.
En cambio la voz, asegura Ricky, siempre le ha respondido bien, por lo que no requiere de cuidados especiales.
“La verdad es que tengo mucha suerte, porque la garganta a mí nunca me ha dado problemas. Solamente una vez, hace como ocho años me dio laringitis en México y el doctor me dijo que tenía que cancelar el concierto. Le dije que estaba loco, me paré en el escenario casi sin voz, le pedí al público un poco de comprensión y ellos apreciaron que no cancelara la presentación”, recordó.
Aún así, Ricky descansa la garganta durante los viajes en su “trailer” equipado con cama y equipo de entretenimiento. En ese tiempo procura dormir y ver películas.
“Me he ido bien ‘light’, ayer vi ‘The Fast and the Furious’”, confiesa entre risas. “Tenemos mucho trabajo y mucha tensión, así que en el camino lo que quiero es relajarme. Usualmente bajo del escenario con toda esa adrenalina y con suerte hay tiempo para darme un baño antes de coger carretera”, agrega, el artista, quien al final de la jornada europea habrá visitado 16 ciudades.
Ciudades que ya conoce en su mayoría, pero que esta vez no tendrá oportunidad de disfrutar a fondo como turista por su cargado itinerario. No obstante, antes de su primer concierto en Portugal, el pasado fin de semana, Ricky se tomó un tiempito para pasear por las antiguas calles de Lisboa junto a El Nuevo Día Domingo.
“Había estado seis veces antes en Lisboa de promoción, pero este fue mi primer concierto. Lo que conozco del país me encanta, el sur es precioso y esta parte vieja de la ciudad me recuerda mucho a Puerto Rico. Aquí hay una juventud que trae un rollo creativo muy especial y creo que se han identificado con los mensajes que planteo en mi espectáculo y que son las cosas que a mí me preocupan como ciudadano del mundo. Y su música, el fado, tiene una nostalgia que nos toca a todos, porque todos tenemos unos días más oscuros que otros”, opinó.
Para Ricky, a parte de las diferencias culturales en cada país, todos los públicos son iguales y les trata con el mismo respeto.
“Yo no me salgo del escenario hasta que todo el mundo llegue a un mismo clímax. Unos públicos llegan antes que otros, pero al fin y al cabo todos llegan. Entonces para mí el público de Argentina o de Japón representa el mismo reto, que es hacerlos volar y que se olviden de los problemas, porque al fin y al cabo esa es mi misión”.
Algo que siempre procura el artista es poder comunicarse en el idioma local, lo que no fue difícil en Lisboa pues domina perfectamente el portugués. De igual forma se siente cómodo hablando italiano y francés.
“Yo hago lo que sea necesario para que el público se sienta cerca. En Japón, por ejemplo, es un poquito más difícil, pero me encargo de aprender algo antes de salir al escenario, una frase que sea bien local, que los sorprenda y sea especial”, dice.
Tan especial como espera que se sienta el público puertorriqueño con su regreso a la Isla el 10 y 11 de agosto para ofrecer dos conciertos en el Coliseo José Miguel Agrelot, que serán grabados para su lanzamiento en dvd en noviembre.
“Sé que es un riesgo, luego de cuatro conciertos en San Juan, pero de los cobardes no se ha escrito nada. Esta gira ha sido mágica y desde el momento en que comenzamos a crear el concepto hasta hoy, no ha habido un día en que yo no reconozca esa magia. En una gira, por más que te encante el escenario, llega un momento en que quieres regresar a tu hogar, pero en ésta no estoy cansado. Este espectáculo me da una sensación parecida al comienzo de mi vida artística y por alguna razón no hay arrepentimiento de nada. Por eso es que la tenemos que documentar, porque yo tengo que tener esto en pietaje para que en 10, 20 ó 40 años pueda sentarme en mi casa a verlo. Mucha gente me dijo que lo hiciéramos en Nueva York, en Madrid o en Argentina, pero para mí no había opción, tiene que ser en Puerto Rico”.
Aunque en términos generales la producción será la misma, Ricky se encargará de agregar algunos elementos novedosos al espectáculo tanto en el vestuario como en su dinámica con el público, según adelantó.
Este proyecto le emociona tanto como la reciente noticia de que será exaltado con una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood.
“Todavía no me lo creo. Primero porque son como 200 personas que entran anualmente a las nominaciones y escogen sólo a cuatro o cinco. Yo entré con Cristina Aguilera, Red Hot Chilli Peppers y George Harrison… y me parece súper ‘cool’. Lo más gracioso es que dos días antes de que me dieran la noticia estaba llevando a unas amistades mías al paseo de Hollywood, porque se querían retratar en la estrella de Tom Cruise. ¡Imagínate, la próxima vez los voy a llevar a que se retraten en la mía!, concluyó entre risas el artista, quien antes de que finalice el año llevará a Asia su “Blanco y Negro Tour”.