Ricky Martin regresó esta noche al Coliseo José Miguel Agrelot

Ricky Martin regresó esta noche al Coliseo José Miguel Agrelot con su espectáculo “Blanco y Negro”: un derroche musical enmarcado por la onda ecléctica que tanto lo ha influenciado en su desarrollo artístico.

Frente a muchos que descubrieron hoy el secreto mejor guardado de esta propuesta escénica, y a otros que repitieron los hechos con la emoción de la primera vez, Martin se lució en tarima mientras interpretaba sus temas más populares.

Antes de aparecer en tarima a las 9:30 p.m., la imagen de Ricky apareció proyectada en una esfera semicircular repleta de puntos de luces que llenaba el centro del escenario. Nadaba en el fondo de un mar oscuro, para luego aparecer en el centro de la tarima en una plataforma redonda que lo hizo ver como si saliera del suelo.

Los tambores retumbaron. El público gritó eufórico. Y Ricky protagonizó un momento que pareció un homenaje musical a la sangre africana que todos llevamos. Al ritmo de ‘Pégate’ y con imágenes de fuego proyectadas en tarima transcurrieron los primeros instantes del tema en el que el artista coqueteó con una trigueña que completaba su cuerpo de baile.

El cantante boricua presumió de una tarima llena de trucos y sorpresas para el ojo del espectador. En ‘This Is Good’ se desplazó en las pasarelas laterales sobre unas correas eléctricas que le movían sin usar los pies. Según el caso, los músicos también se desplazaban sobre unas plataformas.

Ricky quería encender la fiesta desde el inicio.

“Déjenme sentir ese calor maravilloso de esta tierra boricua”, solicitó el artista.