
"Por fin Chile, ¡Dios mío!, lo prometido es deuda", exclamó la intérprete de Mi tierra, quien no visitaba este país desde 1983, cuando realizó dos presentaciones con la banda Miami Sound Machine en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, sin causar furor.
El crítico de espectáculos, Marcelo Contreras, señaló que sin embargo, "en busca del reconocimiento mundial, la cantante de origen cubano sacrifica sin dudar la frescura inherente a lo latino.
"Su espectáculo es un catálogo musical ambicioso. Repasa su versión de la salsa (Oye, Rhythm is gonna get you), la balada pop (Si voy a perderte), el dance (Everlasting love), y ritmos folclóricos subcontinentales (Hoy y Abriendo puertas)", agregó.