
"Me gustaría que la música caribeña se abriese camino en otros países como Japón", dijo en una rueda de prensa el músico, que tras su concierto de ayer en Fukuoka pudo comprobar "que los japoneses bailan con mucha gracia y lo pasan muy bien con el merengue y la bachata".
Guerra actuó el domingo en la ciudad sureña de Fukuoka, en el marco del festival "Isla de Salsa" que congrega a más de 6.000 personas durante tres días, y se sintió asombrado de que el público japonés conozca las letras de sus canciones, también las de su último trabajo "La llave de mi corazón".
El cantante quedó impresionado en su debut nipón "porque los japoneses mantuvieron el mismo sentir de principio a fin y se emocionaban con la bachata", así como con sus éxitos más conocidos, como "Burbuja de amor".