
Unos 18 millones de lámparas transformaron a Medellín en una fiesta de colores y sensaciones. El espectáculo que se inauguró este fin de semana, costó más de seis millones de dólares.
La decoración de este año rinde tributo a la naturaleza.
Los organizadores del evento reprodujeron paisajes geográficos con la iluminación, como las áreas de montañas, la región pantanosa, ecosistemas húmedos y secos, la costa y por supuesto animales de todo tipo.
Este 2012 la tradicional fiesta colombiana sorprendió al público con estímulos sensoriales. Los escenarios que representan las montañas, por ejemplo, tienen aroma de café. Luz y color para el agua. Estimulo a los oídos y una invitación al juego.
Además de todo, el público puede interactuar con las alegorías. Incluso con el propio Papá Noel.