
Muchas veces por timidez, miedo o respeto nos cohibimos de decirle frente a frente lo que sentimos a esa persona, llámese mujer u hombre, esposa o amante o simplemente el ser que queremos conquistar.
¿Cómo definimos un piropo?
Un piropo no es más que una expresión popular cuasi-poética, empleada para resaltar la belleza, las formas de la mujer o del hombre. Aunque en algunos casos pueden resultar ofensivos y francamente vulgares, no dejan de tener picardía e ingenio y una chispa de poesía, pero su fin es halagar, conquistar, ofender, provocar, causar placer o disgusto.
Los piropos por lo regular son patrimonio de los hombres, al fin y al cabo somos más “acosadores”.
La mujer por su delicadeza casi no los emplea, sin embargo toda regla tiene su excepción, donde resultan algunas damitas bastante lanzadas para la conquista.
Los piropos pueden ser tiernos, picarezcos, vulgares, de odio, dolor, poéticos, ofensivos de mal gusto o encarretadores.
Por un piropo han nacido grandes amistades, grandes amores. Se han formado matrimonios, creado amistades o enemistades. Por un piropo han perdido la vida muchos hombres. Es por eso que al lanzar un piropo debemos saber cuándo, dónde y a quién se le dice, es un arma de doble filo.
Hay que saber usarlos!
Aquí algunos piropos con los que se puede enamorar a una mujer… y por qué no? A un hombre…inténtalo
Tus miradas son besos para mi corazón y tus sonrisas son caricias para mi alma.
Eres la flor que porta la espina que desgarra mi corazón.
Tienes frente de guerra, ojos de artillería y tu boca es bandera que yo besaré algún día.
Si la belleza fuera pecado tú no entrarías en el reino de los cielos.
Estoy loco por tí y quiero que seas mi siquiatra de cabecera